Los toros de Borja Domecq estuvieron bien presentados pero se movieron entre lo deslucido y la escasa duración.
Se esperaba más de la corrida de Jandilla lidiada ayer en Sevilla. Bien presentada, ofreció un juego tan variado como decepcionante. Salvo el exigente primero, que transmitió, el resto tuvo nobleza pero fue a menos, con un quinto completamente deslucido. El remiendo de Fuente Ymbro, el tercero, resultó manejable, se movió, pero tuvo escaso fondo.
El resultado de los diestros fue el siguiente: Juan José Padilla (ovación tras aviso y oreja), que sufrió una aparatosa cogida, sin más consecuencias, al parecer, que la taleguilla rota; Miguel Abellán (ovación y silencio) y El Fandi (ovación en ambos).