
Esaú Fernández tentó a campo abierto una erala de Hermanas Azcona, ante la que se lució de capa y de muleta.
Un experimentado equipo vaquero marcó 42 añojos, entre hembras y machos, y Esaú Fernández tentó una erala a campo abierto. Reportaje fotográfico, Alberto Arelizalde.
La finca olitense El Orfanato, donde se cría el ganado bravo de Hermanas Azcona, vivió ayer una intensa jornada campera, ya que en ella se marcaron a fuego 42 añojas y después el matador de toros Esaú Fernández tentó una buena erala a campo abierto, prueba que sirvió de prólogo a una comida de hermandad.
Bajo una mañana soleada y fría, un experimentado equipo vaquero fue herrando, uno tras otro, a buen ritmo, un total de cuarenta y dos añojos, entre machos y hembras, algunos de ellos a la antigua usanza, no en el cajón sino desde el suelo.
Concluido el herradero se dio paso a la tienta de una erala. El encargado de probar su bravura fue el matador de toros Esaú Fernández, que ya había colaborado en las labores de marca y que estuvo muy bien auxiliado por Pablo Simón, banderillero tafallés. Respecto a la tienta, primero lo hizo a campo abierto y después, ante una vaca más entregada, en la plaza de tientas. En ambos escenarios, el diestro sevillano tiró de repertorio y pudo lucir su toreo, ése con el que espera triunfar la próxima temporada.