En la plaza de Zaragoza, el caballo ‘Donatelli’ volvió a brillar.
El caballero navarro cortó dos orejas, salió a hombros y dio la alternativa a Pérez Langa.
Ganado: Seis toros de Fermín Bohórquez, bien presentados y de juego desigual.
Rejoneadores: Hermoso de Mendoza (oreja y oreja con fuerte petición de la segunda), Lea Vicens (vuelta y ovación) y Mario Pérez Langa (vuelta en ambos).
Lugar y fecha: Plaza de toros La Misericordia, en Zaragoza. 16 de octubre.
Incidencias: Lleno. El caballero navarro salió a hombros en solitario Pérez Langa tomó la alternativa con el toro Buscador, número 35, negro, de 500 kilos y nacido en enero de 2012. Vicens fue volteada por el quinto y en la enfermería se le apreció “traumatismo en región costal izquierda, contusión en metatarso pie derecho. Todo ello pendiente de diagnóstico por imagen. Pronóstico reservado”.
Pablo Hermoso de Mendoza cerró ayer en Zaragoza su temporada europea de la mejor manera posible, con un triunfo de puerta grande tras ofrecer otra lección de toreo a caballo.
Cortó una oreja del segundo tras una labor de maestro, en la que puso todo lo que le faltaba al noble pero soso y parado ejemplar de Bohórquez. El navarro, que clavó un rejón de castigo, brilló sobremanera a lomos de Berlín y Beluga. Provocó siempre las embestidas, haciendo todo con suavidad y temple. Animal parado y momentos importantes también con Disparate. Cerró con Cayena un vistoso carrusel de cortas y fue premiado con el trofeo tras matar con acierto.
Volvió a rayar a gran nivel Hermoso frente al cuarto, al que recibió montando a Alquimista de salida. Tras un rejón, brilló de nuevo sobre Disparate, realizando la suerte de su invención: la hermosina. El de Estella sacó después a Donatelli, con el que lució en las vistosas salidas de la cara del toro antes de concluir a lomos de Cayena, con el que clavó un buen rejón de muerte previo pinchazo. Al final, oreja con fuerte petición de otra, que el palco negó.
Por otro lado, el jinete estellés ejerció de padrino de la alternativa de Pérez Langa, quien, ante el toro de la ceremonia, no consiguió trofeo alguno por fallar a la hora de matar. Frente al sexto, fue todo entrega, pero se dejó tocar demasiado las monturas y volvió a no estar fino con el rejón letal. De nuevo, vuelta al ruedo.
Vicens, por último, fue la peor parada del festejo. Malogró con el descabello su importante faena ante el tercero, un buen toro, que sacó movilidad y transmisión. Fue aparatosamente volteada por el quinto. El percance llegó cuando toreaba a lomos de Gacela. En un arreón, el toro derribó a la jinete y le dio una considerable paliza. Una vez repuesta, siguió dándolo todo sobre Bético, echando mano de su bien ganado oficio y, también, de su valor. Coronó su quehacer con Bazuka pero lo echó a perder de nuevo con el rejón de muerte.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX