Saldó su actuación en Tijuana con el corte de tres orejas y una nueva salida a hombros.
Ganado: Dos toros para rejones de Los Encinos, segundo y quinto, y cuatro de Pozo Hondo para la lidia a pie, manejables en conjunto.
Toreros: Federico Pizarro (silencio tras aviso y oreja), Pablo Hermoso de Mendoza (dos orejas y dos orejas) y Juan Pablo Sánchez (ovación y oreja).
Lugar y fecha: plaza de toros Las Playas, en Tijuana, estado de Baja California (México). 12 de abril.
Incidencias: Media plaza. El caballero navarro salió a hombros en solitario. Fin de la gira por el norte de México.
Pablo Hermoso de Mendoza cerró el domingo pasado su gira por el norte de México con un nuevo triunfo. Han sido cuatro actuaciones, que ha saldado con otras tantas salidas a hombros y con el corte de trece orejas y dos rabos. La última, la protagonizó en la plaza de Tijuana, situada en la misma playa donde convergen las fronteras de México y Estados Unidos, y clasificada como la cuarta plaza con mayor aforo del mundo. El domingo pasado no se llenó pero registró la mejor entrada de los últimos ocho años, de unas doce mil personas.
Frente a su primero, un toro alto de cruz pero con transmisión, realizó una faena merecedora de rabo, por rotunda y emocionante. Y la ejecutó con Churumay de salida, Disparate y Viriato en banderillas, caballos que volvieron a formar un lío, y con Pirata en el último tercio. Pero un pinchazo previo al rejonazo definitivo le privó de los máximos trofeos; y el palco decidió no conceder la segunda oreja, pues debió valorar muy caro el citado pinchazo.
Curioso criterio el de la presidencia, ya que premió con dos orejas la segunda faena del torero navarro, un trasteo que tuvo un final idéntico al anterior: pinchazo y rejonazo. Pero, en esta ocasión, lo realizó ante un toro peor que su primero, un ejemplar más rajado, también muy alto y que se ponía por delante; en definitiva: complicado. El jinete estellés supo superar estos problemas mediante una faena muy técnica, realizada con Icarito de salida, Janucá y Dalí en banderillas, y de nuevo con Pirata en el tercio final. Dos orejas con las que Hermoso de Mendoza rubricaba un póker de puertas grandes. A sus 49 años recién cumplidos, todavía no sabe lo qué es salir a pie con su nueva edad.