Lidió por primera vez seis utreros, en la plaza toledana de Esquivias, a los que les cortaron cinco orejas.
Pablo Hermoso de Mendoza debutó el miércoles pasado como ganadero de utreros y lo hizo con magnífico pie, en la plaza toledana de Esquivias, donde a los novillos lidiados les cortaron nada menos que cinco orejas. Los seis ejemplares estuvieron magníficamente presentados y, respecto al juego, destacaron el encastado segundo y el noble cuarto; el resto del encierro resultó manejable y permitió el triunfo de los novilleros.
Concretamente, el toledano Raúl Rivera cortó las dos orejas de ese cuarto; el madrileño Mari Alcalde paseó las dos orejas del segundo y otra del quinto; y sólo Juan Millán de Alcalá de Henares, se fue de vacío, aunque recibió aplausos tras sus dos intervenciones.
Al final del festejo, el mayoral de esta ganadería navarra, Francisco Ganuza, fue obligado a saludar en el propio ruedo a la ovación que se le tributó por el estupendo juego que había dado el ganado bravo.
En su faceta de criador de bravo, Pablo Hermoso de Mendoza debutó el 30 de mayo de 2004, en Cárcava Brava, la plaza de Mendavia, donde se celebró la final del bolsín taurino organizado por la peña taurina de esta localidad.
Actualmente, su ganadería está formada por vacas de Osborne y de toros de Daniel Ruiz, hierro de procedencia Jandilla.