Consiguió las dos orejas del segundo de su lote, un buen toro de Bohórquez, que tuvo calidad y fijeza.
Ganado: Seis toros de Fermín Bohórquez, bien presentados en conjunto, nobles y de buena condición aunque de juego desigual por la falta de fuerza de algunos; los mejores, los lidiados en tercero, cuarto y sexto lugar.
Rejoneadores: Pablo Hermoso de Mendoza (palmas y dos orejas), Manuel Manzanares (silencio y oreja) y Lea Vicens (silencio y dos orejas).
Lugar y fecha: Coliseo de Nimes (Francia). 16 de mayo.
Incidencias: Casi lleno. Corrida matinal. Penúltima de Pentecostés. Primer festejo de la temporada europea del caballero navarro, que salió a hombros junto a la rejoneadora francesa.
Pablo Hermoso de Mendoza comenzó ayer por la mañana su temporada europea y lo hizo con un triunfo en el Coliseo de Nimes, que se llenó para la ocasión, justo cuando se cumplían veinte años del debut del navarro en este impresionante escenario.
El toro que abrió plaza, noble pero muy medido de fuerzas, que perdió las manos en varias ocasiones, le impidió triunfar. El jinete estellés optó por una cuadrilla veterana: Napoleón de salida, Berlín y Beluga en banderillas y Pirata para el último tercio. La faena tuvo momentos de lucimiento, como, por ejemplo, la ejecución de hermosinas, pero la debilidad del astado impidió que el trasteo alcanzase mayores cotas. Tras colocar un efectivo rejón de muerte, escuchó palmas por parte del respetable, el cual supo paladear una faena de destellos y detalles, falta de continuidad por las condiciones del animal.
El panorama cambió con la salida del cuarto, un buen toro, con calidad, fijeza y recorrido, ante el que presentó dos nuevos caballos en Europa: al negro Gento de salida y al tordo Donatelli en banderillas. Con ellos y con Disparate y Pirata formó un verdadero lío. Las hermosinas de Disparate pusieron al público en pie. Fue una faena de maestro, siempre a favor del toro, con banderillas de poder a poder, con elegancia en la monta y torería en su ejecución. Nimes se rompió ante un trasteo basado en el temple y en el gusto. Cerró el trasteo con las cortas y tal fue el calado de la faena que, pese a pinchar en un primer encuentro, le cortó las dos orejas con mucha fuerza.
Hermoso de Mendoza rubricó así su trigésimo primera actuación en este escenario, del que ha salido a hombros en veinticinco ocasiones y en el que ayer, por ese inoportuno pinchazo, no pudo cortar su duodécimo rabo.