El caballero navarro, con ‘PIrata’, encandiló al público colombiano de Puente Piedra.
El caballero navarro toreó bajo un lleno de “no hay billetes” y ante la presencia de varios ministros colombianos y del procurador general de la nación.
Ganado: Seis toros de La Carolina, muy bien presentados pero de irregular comportamiento y escasos de raza, salvo el segundo, bravo y encastado.
Toreros: Paco Perlaza (silencio tras aviso y silencio), Juan Solanilla (silencio en ambos y silencio en el de regalo) y Pablo Hermoso de Mendoza (silencio tras aviso y oreja).
Lugar y fecha: Centro de Eventos Marruecos de Puente Piedra (Colombia). 19 de enero.
Incidencias: Lleno de no hay billetes. Solanilla recibió un tremendo palizón del segundo.
Bajo un llenazo de “no hay billetes”, Pablo Hermoso de Mendoza cortó el domingo pasado la única oreja del festejo en la placita colombiana de Puente Piedra, situada a 35 kilómetros de Bogotá, capital de la que fueron procedentes muchos aficionados, entre ellos personalidades como varios ministros y el procurador general de la nación.
El primer toro del caballero se partió un pitón de salida. En su lugar, salió un toro distraído y falto de temple que impidió que las monturas luciesen como suelen hacerlo. Pese a ello, el jinete hizo un gran esfuerzo por agradar. Prueba de ello es que con Disparate cuajó un gran tercio de banderillas y deleitó con la suerte de la hermosina en varios pasajes de la lidia. Pero, ya sobre Pirata, no anduvo nada certero con la hoja de peral, por lo que sonó un aviso y el público tuvo que guardar silencio.
La única oreja del festejo la cortó el jinete estellés del que cerró plaza, un sobrero muy falto de raza, que, aunque tuvo buen son inicialmente, resultó muy quedado. Por ello, todo lo tuvo que hacer el torero, con grandes dosis de entrega y exponiendo mucho a sus caballos, hasta lograr la perfecta colocación de banderillas al quiebro, de cortas con mucho oficio y de un espectacular par a dos manos. Acertó al segundo intento con el rejón letal y pudo así pasear en triunfo el único trofeo del festejo.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX