GUILLERMO HERMOSO SE LLEVA EL TRIUNFO EN EL FESTIVAL DE LEÓN

El joven jinete navarro salió a hombros en solitario en León.

Su padre, el veterano maestro, se fue de vacío, ya que se las tuvo que ver con un marrajo, que se puso imposible a la hora de matar.

Ganado: Un toro de Refugio Peña para rejones, primero, y tres de De la Mora, y dos novillos, uno de Refugio Peña para rejones, quinto,  y otro de De La Mora, sexto, de variado juego, con el quinto, de Peña, premiado con arrastre lento.

Toreros: Pablo Hermoso de Mendoza (división tras aviso), Joselito Adame (silencio tras aviso), Diego Silveti (oreja), Luis David Adame (silencio), Guillermo Hermoso de Mendoza (dos orejas) y Juan Silveti (palmas).

Lugar y fecha: Plaza portátil en León, estado de Guanajuato. 19 de abril.

Incidencias: Tres cuartos de plaza. El joven jinete navarro salió a hombros en solitario.

Distinta suerte corrieron  ayer los Hermoso de Mendoza en la portátil instalada en León, donde se dieron cita tres dinastías toreras: la citada de Navarra, Adame y Silveti. Se recuperó así el tradicional Festival de la Ciudad de León, que, tras unos años sin celebrarse, volvió al recinto de la Plaza Nueva, y bajo el lema Toros para Ayudar, se hizo para apoyar a las Escuelas por el Futuro de la Ciudad de León. La plaza registró una buena entrada, de un público paciente sobre todo con la cantidad de incidentes que acontecieron al inicio del festejo.

Ya, de momento, el festejo comenzó con cuarenta y cinco minutos de retraso sin causa aparente, salvo que sólo se habilitaron dos puertas para el acceso del público y eso provocó largas colas. Tras esos cuarenta y cinco minutos, llegaron las intervenciones de los representantes de las Escuelas por el Futuro y tras ello, compareció Pablo, ya con más de una hora de retraso sobre el horario previsto. Cuando se disponía a recibir a su toro, quince de los veinte focos que iluminaban la plaza se apagaron y quedó la iluminación reducida a cinco focos, totalmente insuficiente para la lidia.

Pablo decidió lidiar así a su primero, que fue devuelto por manso de antología. Saltó un sobrero, también de Refugio Peña, que sí embistió pero de malas formas y que resultó ser otro marrajo importante. Pablo pasó un auténtico calvario con este toro, que nunca le ayudó y que complicó todas sus evoluciones, poniéndose imposible para el último tercio y terminando por desquiciar al navarro.

La noche transcurría entre el bostezo y la frescura y sería en el quinto cuando Guillermo levantó la noche ante un gran novillo de Refugio Peña que sería premiado con la vuelta al ruedo. El joven jinete compuso una gran faena con Manizales de salida, Disparate y Donatelli en banderillas y Bacano en el último tercio. Fue una gran faena, cargada de emotividad, rematada con un rejonazo en lo alto del lomo. Las dos orejas concedidas le convirtieron en el máximo triunfador de un maratoniano festival, que duró nada menos que cuatro horas.