El hijo del maestro navarro del toreo a caballo comenzó su temporada americana con un triunfo de puerta grande. Fotografías: pablohermoso.net
Ganado: Seis toros y dos novillos, cuarto y octavo, de Begoña, bien presentados y de muy buen juego, salvo segundo; fue un gran encierro.
Toreros: Pablo Hermoso de Mendoza (silencio en ambos), Juan Pablo Sánchez (silencio en ambos), Diego Silveti (silencio tras aviso y oreja) y Guillermo Hermoso de Mendoza (oreja en ambos).
Lugar y fecha: Plaza de toros Revolución de Irapuato, estado de Guanajuato (México).16 de noviembre.
Incidencias: Casi lleno. Festejo nocturno. Guillermo Hermoso de Mendoza salió a hombros.
Para Guillermo Hermoso de Mendoza llegó ayer el día de comenzar su primera temporada intensa, la cual la familia Hermoso de Mendoza ha querido que fuese en tierras mexicanas. Esta primera cita en una plaza tan significativa como la de Irapuato, en el estado de Guanajuato, y aunque fue dentro de una fecha no muy taurina en la localidad, llegó a llenar el coso.
Sin caer en tópicos, los cuatro toreros que actuaron ayer en Irapuato pudieron salir en hombros pues la corrida de Begoña fue muy buena, a excepción del segundo toro. Los demás, buenos, destacando el séptimo por completo. El cuarto fue importante, tuvo clase el tercero y temple el sexto.
Abrió plaza para Pablo Hermoso de Mendoza un toro bravo y emotivo, al que pinchó, por lo que el público se vio obligado a guardar silencio. Todavía fue mejor la faena al cuarto, que era de dos orejas, pero volvió a fallar a la hora de matar, pinchó reiteradamente y el público, de nuevo, tuvo que guardar silencio.
Por su parte, Guillermo Hermoso de Mendoza se las vio en su primera intervención con un gran toro, emotivo y muy completo, con mucha transmisión, que caló fuerte en el tendido. El joven jinete mostró gran nivel, encantó al público y lo sorprendió. Tras pinchazo y estocada, se le concedió una oreja; hubo fuerte petición de al segunda, pero el palco no cedió.
El que cerró plaza quizá no fue de los toros de la corrida, pero sí manejable y la actuación de Guillermo volvió a tener un nivel apto para día tan importante. Una faena de calado. Alegre. De monta y doma notable y de embroques y toreo prometedores. Cortó otra oreja, la que le permitió salir a hombros.