
Derechazo de Miguel Abellán a ‘Hostelero’, de Fuente Ymbro, destacado por su ganadero como uno de los seis mejores de 2015.
El propietario de Fuente Ymbro destaca a ‘Hostelero’, lidiado el 10 de julio en primer lugar por Abellán, quien le cortó una oreja.
“Ha sido la más importante debido a los tipos de plaza en las que hemos triunfado, que han sido la gran mayoría de primera, y con corridas determinantes como las de Valencia, Sevilla, Madrid, pamplona o Logroño. Entre corridas y novilladas hemos lidiado en total en catorce plazas de primera categoría, eso hace que la temporada tenga mayor importancia (…)”, declara Ricardo Gallardo, propietario de Fuente Ymbro, al realizar un balance de la temporada pasada.
Respecto a Pamplona, en una entrevista publicada en el semanario Aplausos, destaca a Hostelero, número 133, lidiado el 10 de julio, como uno de sus seis mejores de la temporada. “Con ese trapío, embestir con la clase y el ritmo con los que embistió, es muy difícil. Calidad y temple en un toro con el tipo de Pamplona, con los complicado que es eso”, asegura el criador de bravo.
Este toro abrió plaza el citado 10 de julio y lo lidió Miguel Abellán, quien le cortó una oreja. En este sentido, Gallardo continúa: “El lote de Abellán en Pamplona, uno de ellos, el colorado número 133 tuvo una clase extraordinaria. Que con su trapío embistiese con tanta clase, fue algo precioso”.
Además con Hostelero, Gallardo completa su corrida ideal de 2015 con Fotógrafo, número 168, lidiado en Valencia; Turulato, 47, en Sevilla; Agitador, 184, en Madrid; Hechicero, 166, en Guadalajara; y Molinero, 70, en Logroño.
Lo curioso es que, en otro semanario taurino, 6 Toros 6, el ganadero también presenta su corrida ideal de la pasada temporada y mantiene los mismos toros que en Aplausos, salvo, precisamente, a Hostelero, el de Pamplona, que no aparece; ocupa su lugar Tramposo, número 174, castaño, lidiado el 16 de abril en Sevilla en quinto lugar.
Pese al triunfalismo del titular del hierro gaditano, lo cierto es que el encierro que lidió en Pamplona tuvo tanta nobleza como falta de fuerza; por eso, apenas fue picado por los varilargureros y, por tanto, defraudó en líneas generales.