Paco Mendes vestido de luces.
En Pamplona, toreó dos tardes, ambas en 1956 y como sustituto de César Girón; en la segunda, abrió la puerta grande.
El matador de toros portugués Paco Mendes ha fallecido a los 90 años de edad. La triste noticia la ha dado este jueves en sus redes sociales el ganadero Joaquim Grave, a quien le unía una gran amistad con el diestro fallecido. Francisco Mendes Silva Conceição, así era su nombre completo, nació en Beja el 24 de diciembre de 1932. Se vistió por primera vez de luces el 15 de agosto de 1950 en la plaza de Reguengos de Monsaraz, actuando el 15 de abril de 1951 en Campo Pequeno y el 22 de julio del mismo año en Algés.
Debutó con picadores el 26 de abril de 1953, y lo hizo en la plaza de Sevilla, donde disfrutó de un enorme palmarés.
El 10 de agosto de 1954 tomó la alternativa en Málaga de manos de Antonio Ordóñez, con toros del Conde de la Corte en una tarde en la que también torearon César Girón y Chicuelo II. Los cuatro salieron a hombros en un festejo memorable que pasó a la historia.
Confirmó la alternativa el 3 de mayo de 1957 en Madrid, apadrinado por Rafael Ortega y de testigo Antonio Chenel ‘Antoñete’, frente a toros de Pilar Sánchez Cobaleda.
Tuvo el sello de torero artista. Tras torear mucho por América, se alejó muy pronto de los ruedos, casándose y mudándose a Madrid, donde fijó su residencia. Fue el quinto torero de Portugal, después de Diamantino Vizeu, Augusto Gomes Júnior, Manuel dos Santos y Antonio dos Santos. Descanse en paz.
Dos tardes en Pamplona
Nunca estuvo anunciado en los carteles de San Fermín pero en 1956 toreó dos tardes como sustituto de César Girón y en ambas dejó muy buena imagen. La primera, el 10 de julio, festejo en el que alternó con Manolo Vázquez, que se fue de vacío, y Dámaso Gómez, que cortó las cuatro orejas de su lote. Esta terna lidió un encierro de Conde de la Corte, que ofreció buen juego. Ejecutó el mejor toreo de capa que se había visto en lo que se llevaba de feria. Y realizó dos buenas faenas. Tras matar a su primero, dio la vuelta al ruedo y le cortó una oreja al que cerró plaza.
Cinco días después, el 15 de julio, en el sexto y último festejo de la feria, compartió cartel con Ángel Peralta, Antonio Bienvenida y Joselito Huerta, que le cortó el rabo al sexto, de Garci-Grande, premiado con la vuelta al ruedo. El portugués volvió a triunfar. Deleitó toreando de capa, por verónicas magistrales, sobre todo, en el segundo de la tarde, al que le cortó las dos orejas. Frente al quinto, destacó más con la muleta, al natural, pero mató peor, tanto que recibió un aviso.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX