FALLECE EN SEVILLA, A LOS 90 AÑOS DE EDAD, EL GANADERO GABRIEL ROJAS

Gabriel Rojas Fernández.

Lidió festejos en numerosas plazas de Navarra entre finales del siglo XX y principios del XXI.

El ganadero Gabriel Rojas Fernández, propietario del hierro que lleva su nombre, falleció a los 90 años de edad en la noche del miércoles en el centro hospitalario Niza de Castilleja de la Cuesta (Sevilla), donde permanecía ingresado después de empeorar en los últimos su estado de salud.

Empresario y ex presidente del Sevilla F.C., comenzó su andadura como ganadero de reses bravas en 1969, al comprar la vacada de Concepción de la Concha y Sierra. Poco después, en 1973 cambió el encaste y compró la ganadería de Flores Cubero “Camará”, procedente en su integridad de Raimunda Moreno de Guerra, cuyas vacas y sementales eran de su esposo, Carlos Núñez Manso. Por lo tanto, la procedencia actual y con la que trabajó desde hace más de treinta y cinco años es Carlos Núñez. El hierro de la ganadería es una “G” dentro de una “R”, las iniciales de su propietario y la divisa blanca, grana y verde.

La ganadería pasta en Dehesa El Castillo, una magnífica finca de encinas, situada en la localidad sevillana El Castillo de las Guardas, con 650 hectáreas dedicadas a la cría de ganado bravo y al engorde del cerdo ibérico de bellota. A principios del presente siglo dividió la ganadería entre sus descendientes dando origen a nuevos hierros, entre ellos el de su sobrino Gabriel Rojas Vázquez y más tarde el de El Romeral.

Los toros de Rojas han estado presentes en las grandes ferias y han sido muchos los éxitos conseguidos por esta divisa, sobre todo en plazas del sur de España, como las de Sevilla, Córdoba -donde Finito de Córdoba indultó en 1994 a al toro Tabernero-, Málaga y Huelva, entre otras.

Amplia presencia en Navarra

Las reses de Gabriel rojas protagonizaron muchos festejos en Navarra a finales del siglo XX y comienzos del actual; concretamente, su hierro estuvo presente en catorce tardes en la Comunidad Foral, en las que lidió cinco corridas de toros, seis novilladas picadas y tres festejos de rejones.

En Corella lidió tres corridas de toros. La primera, en 1996, fue la mejor tarde del ganadero. Sus toros dieron excelente juego y posibilitaron la salida a hombros de Litri, Sergio Sánchez y Vicente Barrera, junto al mayoral de la ganadería, después de cortar un total de nueve orejas. Cuatro años después, la historia se repitió, y Ponce, Finito y Marco salieron por la puerta grande. Por último, en 2002, los triunfadores fueron Juan Mora (una oreja), Ponce (tres y un rabo) y Antonio Ferrera (otras tres).

Gabriel Rojas no tuvo la misma suerte en Estella. Debutó en 2000 y su corrida decepcionó aunque Padilla y Marco, en su debut en su ciudad natal como matador de toros, cortaron sendas orejas. Al año siguiente, su imagen como criador de bravo empeoró, y Morante, Eugenio de Mora y Javier Castaño se fueron de vacío.

En la feria de Sangüesa fue fijo entre 1997 y 2002, excepción hecha de 1998. En total, lidió cinco novilladas picadas y dos festejos de rejones, y el buen juego de los utreros permitió el triunfo de novilleros de entonces como Manuel Escribano, Luis Vital “Procuna” y Salvador Vega.

Por último, en la plaza de Peralta lidió cuatro utreros en 1998, lidiados por Francisco Marco y Mario Coelho, y otros cuatro para rejones al año siguiente, de los que dieron cuenta los hermanos Domecq, que se fueron de vacío.

Ayer, jueves, se celebró una misa funeral en una de las capillas del tanatorio SE-30 de la capital hispalense y, posteriormente, sus restos fueron enterrados en el panteón familiar del cementerio sevillano de San Fernando. La familia celebrará una misa funeral la próxima semana en la basílica de la Macarena puesto que el fallecido perteneció varios años a su junta de gobierno. Descanse en paz.

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