FALLECE EL MAESTRO JOSÉ FUENTES, QUE TOREÓ 15 TARDES EN PAMPLONA

José Fuentes se dispone en Pamplona a dar una caricia a ‘Ventero’, bravo toro de César Moreno al que se le está dando la vuelta al ruedo.

Corrió una sola vez el encierro, tuvo que pasar por la enfermería y aseguró después que jamás volvería a correrlo.

El matador de toros José Fuentes ha muerto a primera hora de la mañana de este lunes víctima de una penosa enfermedad, en el hospital San Lázaro de Sevilla, donde estaba ingresado. El maestro linarense, que emergió en el mundo del toro de la mano del célebre apoderado Rafael Sánchez ‘El Pipo’, contaba 79 años. Fuentes próximas al diestro han comunicado que los restos mortales del maestro se trasladarán desde Sevilla hasta su Linares natal, donde será velado en la cripta del Hospital de los Marqueses de Linares. Descanse en paz.

José Fuentes debutó con picadores tras una impactante campaña sin los montados, en Linares el 19 de abril de 1963, alternando con Paco Moreno y el portugués Julio Gómez, iniciando una deslumbrante trayectoria en la que Barcelona fue un escenario definitivo. El eslogan de “Linares se lo llevó, Linares nos lo devuelve” que le acuñó El Pipo en referencia a Manolete y su estilo elegante y vertical, calaron fuertemente en la afición y le dieron una aureola de torero grande desde el primer momento como se fue confirmando rápidamente.

Tomó la alternativa en Málaga, el 18 de abril de 1965, de manos de Antonio Ordóñez, que le tenía en la máxima consideración y que siguiendo una norma del propio rondeño se la confirmó en Madrid el 18 de mayo de ese mismo año con toros de Pablo Romero, como una manera de medirle y advertirle de las dificultades de alternar con los más grandes. Un rabo cortó en la alternativa y pasó con nota alta la prueba de Las Ventas.

Su primera despedida fue en la temporada de 1977, un 12 de octubre en Linares, reapareciendo en 1979 y retirándose definitivamente en 1994, aunque volvió a torear en la localidad sevillana de Écija un 18 de junio de 1999 junto a Enrique Ponce y El Juli.

Gran lidiador, poderoso y elegante en el ruedo, defensor de la liturgia más clásica, fue también un excelente estoqueador. José Fuentes fue ídolo en Barcelona, Pamplona, Madrid o Linares, donde consiguió ocho trofeos Manolete, siendo el diestro que ostenta el récord de galardones como triunfador de la Feria de San Agustín.

Quince tardes y un encierro en Pamplona

Entre 1965 y 1973, José Fuentes toreó en ocho ferias pamplonesas. En ellas, sumó quince paseíllos y estoqueó treinta y dos toros, a los que les cortó una docena de orejas y un rabo. Su primera puerta grande la consiguió el 12 de julio de 1966, tarde en la que le cortó las dos orejas al sexto, de Conde de la Corte.

Pero su mejor tarde la firmó casi dos años después, el 8 de julio de 1968. Se lidió un encierro del ganadero navarro César Moreno, que fue el verdadero triunfador de la tarde por el éxito que cosechó con el ganado lidiado. Ollarra escribió en Diario de Navarra que “embistieron a todo, de cerca y de lejos, arrancándose con codicia y con alegría. Añádase a esto una absoluta nobleza -no tiraron ninguna cornada- y una cómoda bravura. (…). El lote, algo desigual en peso y relativamente cómodo de cabeza”. A un toro se le dio la vuelta al ruedo y, al final del festejo, también la dio el ganadero. Se lidió también un sobrero de García Romero, un marrajo. Al primero de la tarde, Ventero, sobre el que recayó posteriormente el Premio Carriquiri, lo toreó muy bien en el primer tercio, con elegancia y clasicismo; con la muleta, realizó una buena faena con ambas manos, mejor con la derecha en redondos; mató de una estocada muy caída y se le concedieron las dos orejas y el rabo del toro.

No conforme con este triunfo, al día siguiente le cortó las dos orejas al tercero de Conde de la Corte. Cerró esa feria con nada menos que seis orejas y un rabo. Después, ya no logró salir a hombros y es que a partir de 1969 comenzó su declive en la capital navarra.

Respecto al encierro, José Fuentes protagonizó una curiosa anécdota. El 10 de julio de esa triunfal feria de 1968 no toreó pero sí corrió el encierro. Fue su primera carrera como corredor y tuvo que pasar por la enfermería. Un toro le golpeó con la testuz y le tiró por los suelos. Erosiones en ambas rodillas y en el antebrazo izquierdo. Pronóstico leve. “Prometo no correr más en los encierros -dijo el torero de Linares, casado con una hija de El Pipo, descubridor de El Cordobés- porque no tengo el valor de todos estos mozos”.

En toda su andadura por San Fermín, lidió y estoqueó toros de Urquijo de Federico, César Moreno (en tres ocasiones), Álvaro Domecq (dos años), Conde de la Corte (dos años), José Luis Osborne, Martínez Elizondo, Salvador Guardiola, Pablo Romero (dos años), Juan Pedro Domecq y Eduardo Miura.

Respecto al resto de Navarra, se vistió de luces en 1971 en Tafalla, donde lidió, con distinta suerte, dos toros de Manuel Camacho. Además, intervino en numerosos festivales, como Corella (1968, de donde se fue llorando), Cintruénigo (1969, dos orejas y rabo), Fitero (1971 y 1974, en ambos dos orejas y rabo) y Cascante (1971 y 1975, dos orejas y silencio, respectivamente).

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