Fermín Bohórquez Escribano.
En Pamplona sumó tres actuaciones y toreó también en otras plazas navarras, como las de Tudela y Estella.
El rejoneador y ganadero Fermín Bohórquez Escribano falleció ayer en El Puerto de Santa María a la edad de 82 años. Padre del rejoneador del mismo nombre, destacó entre los toreros a caballo durante la década de los sesenta y se consagró como figura en los años setenta.
Nacido en Sevilla el 12 de septiembre de 1933, como rejoneador formó parte de la generación de los hermanos Peralta, el maestro Lupi, los entonces ‘jóvenes’ Álvaro Domecq Romero y Joao Moura padre, que empezaron a consolidar el festejo de rejones en las ferias.
Torero campero, de la escuela del toreo a caballo jerezano, forma parte de una saga (hijo y padre de rejoneadores), que le llevó a torear hasta la temporada de 1993, año en el que se retiró de los ruedos, algo que hizo en Jerez. Durante su carrera, participó en más de 800 festejos y logró triunfos en las plazas más importantes.
Tras su retirada, se dedicó a la ganadería de bravo, en la que también llevó a cabo una importante aportación. Apostó por el encaste Murube – Urquijo en la divisa que lleva su nombre, una de las más fieles representantes de esta estirpe, que en las últimas décadas se ha consolidado como divisa predilecta de las figuras del toreo ecuestre por su calidad, ritmo y templado galope en las cabalgaduras.
En Pamplona, tres tardes
Eligió la capital navarra para hacer su presentación como rejoneador profesional. Toreó el 1 de junio de 1961, festividad del Corpus, en una corrida de toros a beneficio de Pro-Matemáticas de Dios, en la que los tres diestros actuaron gratis. Alternó con Dámaso Gómez (oreja en ambos) y Luis Alfonso Garcés (silencio y oreja), El rejoneador lidió un toro de la ganadería de su padre y fue premiado con una oreja.
Regresó seis años más tarde, el 8 de octubre de 1967, para torear en un festival organizado por Amigos de la Universidad de Navarra, que registró un lleno total. Tanto los ganaderos como los actuantes acudieron gratis a la cita. El rejoneador volvió a cortar una oreja.
Su última actuación data de 1970. Fue una corrida de rejones, celebrada el 5 de junio, en homenaje a las peñas y en la que se inauguró la iluminación de la plaza. Hubo buena entrada. Alternó con Lupi (un rabo), Moreno Pidal (un rabo) y Alfredo Conde (dos orejas). Se lidiaron seis astados de Bohórquez, que formaron un excelente lote, a cada cual más bravo y de mucho poder. Tuvo una buena actuación. Dio la vuelta al ruedo tras despachar al que lidió en solitario. Después, frente al sexto, en collera con Lupi y bajo un diluvio, tuvo una actuación discreta.
Fue su última actuación en Pamplona pero no en Navarra. En 1974, salió a hombros en Tudela tras cortar tres orejas a un lote de Guardiola. Y también abrió la puerta grande de la plaza de Estella al año siguiente.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX