En la misma jornada, presentó su revista anual, que ya ha cumplido su trigésimo novena edición. Galería fotográfica: Miguel Monreal y K. L.
El Club Taurino de Pamplona vivió ayer una intensa y emotiva jornada que, por imprevistos, tuvo que invertir el orden de su programación. Por ello, en primer lugar se procedió al nombramiento como Socio de Honor de Miguel Rodríguez Onsalo, de 92 años, el socio más antiguo del club y socio desde la fundación en 1948 de la entidad taurina de la capital navarra (tenía entonces 22 años).
La presentación del homenajeado corrió a cargo de uno de los socios con más solera, de Jesús García Urbina, quien realizó una semblanza de Onsalo y de sus momentos más destacados en el Club Taurino de Pamplona. A continuación, le impuso el pañuelo rojo del taurino y el presidente, Juan Ignacio Ganuza, le entregó una placa conmemorativa.
Tras un emotivo agradecimiento por parte de Onsalo, se procedió a la presentación y entrega de la revista anual. No pudo presentarla el ganadero navarro José Antonio Baigorri por una avería de su vehículo. Sin embargo, realizó un gran esfuerzo, digno de agradecer, y consiguió llegar a la sede del club.
Con su presencia, se inició un interesante coloquio en torno a su presentación como criador de bravo en la plaza de Pamplona. Paciente y amablemente, respondió a todas las preguntas, sobre el peso de los utreros, la influencia de un ruedo tan grande como el de Pamplona, cómo había seleccionado la materia prima, su opinión sobre la terna de novilleros contratados para el 5 de julio, y sobre cómo tiene programado el resto de la temporada.