El grupo de aficionados arguedanos en la plaza de tientas de San Isidro junto al diestro Gonzalo Caballero, de blanco, en el centro de la imagen.
En la madrileña Villarejo de Salvanés presenció un tentadero a cargo del diestro Gonzalo Caballero y del becerrista Alejandro Rubio. Reportaje fotográfico.
El Club Taurino Casta Brava de Arguedas realizó un viaje campero el pasado fin de semana para visitar dos ganaderías de bravo; concretamente, la madrileña San Isidro y la toledana Conde de Mayalde, ambas pertenecientes a la Unión de Criadores de Toros de Lidia.
Los aficionados arguedanos realizaron la primera parada en la localidad madrileña de Villarejo de Salvanés, donde se cría el ganado bravo marcado con el hierro de San Isidro, de procedencia Marqués de Domecq y propiedad de Raúl Tenorio Humanes.
A su llegada, fueron agasajados con un aperitivo y seguidamente, Raúl Tenorio les explicó la procedencia de la ganadería y su situación actual. Tras recorrer las instalaciones, fueron testigo de un tentadero protagonizado por el matador de toros Gonzalo Caballero y el becerrista Alejandro Rubio.
Ambos estuvieron bien auxiliados por el banderillero Raúl Ruiz. La suerte de varas corrió a cargo del picador Pepe Aguado. El ganado resultó excelente, tanto por su bravura ante el peto como por el juego que ofreció en la muleta.
Terminada la tienta, los aficionados navarros pudieron ver todos los cercados, con sus vacas de vientre, erales, utreros y toros. Después, disfrutaron de una comida de hermandad en los salones de la propia ganadería, que lidió sendas novilladas picadas en Peralta durante las ferias de 2017 y 2018.
Al día siguiente, 10 de abril, domingo, se trasladaron hasta la localidad toledana de Mazarambroz, donde se encuentra la finca El Castañar, cuartel general de la ganadería Conde de Mayalde, formada con reses de procedencia Juan Pedro Domecq y Contreras.
Les recibió el actual conde, Rafael Finat y después, acompañados por el mayoral, recorrieron la finca y contemplaron los lotes de vacas, los utreros –va a lidiar en Villaseca de la Sagra, Valencia y Madrid- y los toros de saca, destinados a Toledo, a la plaza francesa de Bayona y a otra plaza todavía por concretar. Además, vieron al detalle los impresionantes toros que viajarán a Madrid como sobreros para la Feria de San Isidro.
Tras ver el Palacio de El Castañar desde su exterior y de compartir mesa en los salones de la ganadería, los aficionados de Arguedas emprendieron el regreso a casa, satisfechos de todo lo que habían visto.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX