
En el segundo encierro se pudieron apreciar bonitas carreras. Fotografía: Leticia Chanavat.
Los erales de Hermanas Azcona, de Olite, se adelantaron a los bueyes y tiraron derrotes.
A las nueve en punto y tras un chaparrón matutino, dio comienzo el segundo encierro de la feria Espárrago de Oro de la mano de las Hermanas Azcona. Las ganaderas de Olite presentaron cuatro novillos de bonitas hechuras. A la mitad del recorrido, en la Carretera de Estella, los erales adelantaron a los bueyes comenzando una carrera con peligro para los mozos. Varios de ellos tuvieron que refugiarse contra las paredes e, incluso, en portales para salvar las embestidas. A su llegada a la curva con la calle Delicias, tres de los novillos chocaron contra el vallado con fuerza. Pese al susto del público, que presenciaba el espectáculo en la valla, las reses siguieron su camino hasta la plaza de toros en manada, sin que se produjesen mayores consecuencias.
Por la tarde, el encierro de reses bravas de la ganadería de Alfonso Basarte, de San Adrián, dejó un corredor con golpes de diversa consideración. El joven de 32 años, de Andosilla, fue atendido en la ambulancia situada a la altura del casino y no fue necesario su traslado al centro de salud.
Crónica de Leticia Chanavat, publicada en Diario de Navarra.