EL SAN FERMÍN DEL ENCIERRO, EL DE SANTO DOMINGO, ESTRENA ‘CAPOTICO’

Colocación del nuevo capotico de San Femrín en Santo Domingo.

Colocación del nuevo capotico de San Femrín en Santo Domingo.

La prenda llega, de nuevo, desde Onda (Castellón), de la mano de dos aficionados que sintieron la ayuda del Santo en un encierro de Jandilla.

Este jueves la pequeña efigie de San Fermín que preside durante el año la cuesta de Santo Domingo, a la que tanto se le pide antes de cada encierro pamplonés, ha estrenado «capotico». La prenda ha llegado de nuevo como un regalo desde Onda (Castellón), después de que Joan Varella, de 33 años, corredor y socio de la empresa Bordados La Purísima, viera que el anterior capote se había decolorado por la humedad del lienzo de muralla, la exposición directa al sol y la pérdida de algunos de sus adornos de piedra.

Varella, junto con Pedro Ramos Carreño, el otro socio, son artífices de los dos mantos. El primero, regalado al Consistorio en 2006, tuvo que ver con el agradecimiento de Varella por haber esquivado la cornada de Regidor, un jandilla que le golpeó en Telefónica en la carrera del 11 de julio de 2005. Con una empresa dedicada a la restauración de ornamentos y un socio que, aunque ahora ya no lo hace, también corrió los encierros durante muchos años, no se lo pensó dos veces: a la vuelta de unos meses ambos regresaron a Pamplona con el manto que ha sido sustituido este jueves. Hasta entonces el San Fermín de Santo Domingo carecía de elementos textiles.

El nuevo manto, que tiene 60 centímetros de punta a punta y unos 50 de cabeza a cola, sólo guarda del anterior la efigie bordada de las Cinco llagas en la trasera de la capa. Todo lo demás se ha hecho de nuevo para salvar la decoloración y el deterioro de los hilos de seda del anterior capote. Nuevo es el terciopelo rojo de la cara vista y el brocado de seda, igualmente rojo, del forro. Nuevas son las «vistas» (tiras bordadas del frente con lentejuelas, pedrería y perlas) y también están recién puestos el tisú de oro y los flecos de «canutillo de oro».

Lo que sí se ha respetado ha sido el diseño original del anterior capote, una adaptación de la filigrana de una casulla que la Diócesis de Lyón regaló al Papa León XIII en sus bodas de oro como sacerdote (1887), y cuyo dibujo firmaba el arquitecto Carlos Franchet.

Los próximos Sanfermines llegará el último accesorio del atuendo realizado por Bordados La Purísima, una estola realizada en terciopelo y brocado, con cruces bordadas en oro. La estola, que sí está presente en la efigie de San Fermín que hay en la Iglesia de san Lorenzo, es el elemento de vestimenta que los sacerdotes usan en las celebraciones litúrgicas y que se coloca entre la capa y la sotana; el rojo del tejido simbolizará el martirio del santo. Aunque de la confección se va a encargar la empresa castellonense de restauración de ornamentos, en este caso hay una persona de Onda, que nunca ha estado en Pamplona, interesada en costear su importe.

Este San Fermín es, en realidad, una réplica que preside durante todo el año la cuesta de Santo Domingo. Los días propiamente de las fiestas en su honor esta imagen del Santo es sustituida por la original, que es a la que, periódico en mano, dirigen los mozos su cántico, minutos antes del inicio del encierro: a las 7.55, las 7.57 y las 7.59 horas. La réplica y su manto quedan hasta el 15 de julio en el interior de la Casa Consistorial.

Información de diariodenavarra.es

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