Al bravo quinto, Manijero, se le dio la póstuma vuelta al ruedo.
El encierro de utreros dio buen juego en general y el quinto, Manijero, nº 45, castaño bragado, de 410 kilos, fue premiado con la vuelta al ruedo.
La ganadería El Parralejo pasó con nota su primera prueba de la temporada, en Valencia. Fue un encierro bien presentado aunque desigual y de buen juego en general; destacaron los cuatro últimos y el quinto fue premiado con la vuelta al ruedo. Los lidiaron Román (silencio tras aviso y ovación tras aviso), Francisco José Espada (silencio tras aviso y oreja tras aviso) y José Garrido (oreja tras aviso y dos orejas), que salió a hombros. Lo peor, la entrada, un cuarto de plaza
Respecto a los utreros, por orden de lidia, el primero ni se empleó mucho ni tuvo mucho recorrido. Escasa clase. Por el pitón izquierdo salió también con la cara arriba. Al final, buscó refugio en tablas y salió suelto de los muletazos.
El segundo llegó con la fuerza justa a la muleta. Resultó informal y con poca clase, aunque noble. Le faltó transmisión y la faena no llegó a los tendidos.
El tercero fue perdiendo fuelle y se quedó corto, sin entregarse ni terminar de romper del todo.
El cuarto tuvo calidad y transmisión, embistió con empuje por ambos pitones.
El quinto respondió al cite con transmisión y prontitud, con alegría, con calidad, llevando siempre la cara por abajo. Fue premiado con la vuelta al ruedo.
El sexto tuvo calidad pero le faltó algo de transmisión; fue a menos y al final se quiso rajar.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX