Su propietario, el ganadero navarro Javier Olcoz, decidió dejarla para madre. Imágenes.
El novillero pamplonés Nabil ‘El Moro’ tentó recientemente en Falces una vaca de Zahorí, que derrochó bravura. Fue pronta y embistió con clase y transmisión, y con gran fijeza y recorrido, pues se arrancó desde lejos en todo momento. El espada navarro estuvo a la altura de la materia prima, la dejó ver al ganadero y la cuajó por ambos pitones, mediante una faena en la que predominó la seguridad, la quietud y el temple. Fue tal la calidad de la añoja que, concluida la tienta, el ganadero de Zahorí, Javier Olcoz, decidió dejarla para madre.