El madrileño se encerró el sábado pasado con seis utreros y salió a hombros en la plaza de su ciudad natal.
El novillero Álvaro García se encerró el sábado pasado en la plaza de San Sebastián de los Reyes, de su localidad natal, con seis utreros de distintos hierros. Ante dos mil espectadores, logró cortar cuatro orejas (una de la tercero, otra del cuarto y las dos del quinto) y salió por la puerta grande. Recibió a sus utreros con capotes elaborados en Pamplona; concretamente de la firma ‘Capotes y muletas Pamplona’. Su propietario, Eder Sanz, sigue adelante con un proyecto, que, posiblemente, dispondrá de un local céntrico en la capital navarra.