El joven de Cintruénigo cuajó el sábado pasado en Jaén una vaca de Román Sorando.
El novillero navarro Javier Marín se ha quedado fuera de la final del Zapato de Plata de Arnedo, pese a que el sábado pasado en tierras jiennenses protagonizó una muy buena actuación frente a una vaca de Román Sorando, de procedencia Juan Pedro Domecq.
El joven de Cintruénigo intervino en la segunda de las tres eliminatorias, una tienta que se celebró en la finca Navalentisco, en Villanueva de la Reina, donde se cría el ganado bravo de Sorando. En ella, compitió con otros nueve novilleros.
A Marín le correspondió una vaca tan noble como blanda, muy justa de fuerzas, a la que tuvo que cuidar inicialmente toreándola a media altura. Trasteo sobrio en el que, para evitar que la erala se aquerenciase al final, tuvo que sacarle los muletazos de uno en uno. Después, ya de tapia, saltó al ruedo después de la actuación de otro novillero, que no terminó de acoplarse con la vaca que le cayó en suerte. Sin embargo, el novillero cirbonero se sintió a gusto ante ella y la cuajó de principio a fin, en una faena vistosa y variada, por ambos pitones, con la que puntuó alto.
Pese a ello, su muy buena participación no le sirvió para meterse en la final. La comisión del Zapato de Plata hizo público ayer su fallo y en él no figuraba el nombre de Marín. Los tres elegidos para disputar la final han sido Filiberto Martínez, de Calasparra, Juanito, de Zaragoza, y Andrés Roca Rey, de Perú. Estos tres harán el paseíllo en marzo, en el marco de la final, una novillada sin picadores que se celebrará en el Arnedo Arena.