Diego Hermosilla al natural en Canencia de la Sierra.
No cortó trofeos por pinchar a su lote, dos cinqueños de Hermanos Cambronell.
Diego Hermosilla, diestro gaditano que estuvo afincado durante quince años en Tudela, se fue de vacío el sábado pasado de la plaza de Canencia de la Sierra, sita en la madrileña Sierra de Guadarrama. En una tarde fría y desapacible, con lluvia intermitente, toreó mano a mano con Sánchez Mora, quien saldó sus dos actuaciones con silencio del público, que llenó media plaza.
Ambos lidiaron cuatro toros salmantinos de Hermanos Cambronell, cinqueños tres de ellos, fuertes, serios, nobles y con buen son, de estupendo juego, salvo el tercero, que resultó complicado.
Hermosilla se encargó del segundo y del cuarto, que formaron un buen lote, y, como su compañero de tarde, pudo cortar trofeos pero no anduvo certero con el estoque, pinchó a sus dos toros, por lo que sus dos faenas se saldaron asimismo con el silencio de los fríos tendidos.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX