Vuelta al ruedo al novillo Arquidito de Santafé Martón en la plaza zaragozana de Maella. Fotografía: Benjamín Gascón.
El ganadero navarro de Villafranca lidió cinco erales en esa plaza zaragozana y los novilleros les cortaron nueve orejas y dos rabos.
El ganadero navarro José Ángel Santafé lidió el domingo pasado una magnífica novillada en la plaza zaragozana de Maella. Prueba de ello, es que dos de sus cinco erales fueron premiados con la póstuma vuelta al ruedo.
La novillada sin caballos fue lidiada por los becerristas Abel Robles, de la escuela taurina de Cataluña, y Adrián Henche, de la de Guadalajara. El primero, de Olot, le cortó las dos orejas al que abrió plaza y el rabo al tercero, llamado Arquidito y premiado con la vuelta al ruedo. Henche, por su parte, obtuvo idéntico resultado con su lote: dos orejas y dos orejas y rabo del cuarto, curiosamente llamado también Arquidito y premiado asimismo con la vuelta al ruedo. Ese becerrista, de Torrejón de Ardoz, mostró muy buenas maneras, al igual que Robles.
Adrián Henche muestra los máximos trofeos conseguidos. Fotografía: Benjamín Gascón.
La clave del éxito de este festejo estuvo en la materia prima, que tuvo motor y toreabilidad, en forma de nobleza y clase, y en lo acertado que estuvieron los novilleros en la suerte suprema, después de realizar completas faenas.
El quinto eral de Santafé Martón fue lidiado por el sobresaliente, Antonio Tobaruela, de la escuela taurina de Cataluña, quien consiguió cortarle una oreja, la novena y última que se concedió en tan triunfal tarde, en la que salió a hombros la hija del ganadero, Carmen Santafé Martón, junto a los novilleros.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX