Tres toros de Cebaga, cuup destino puede estar en Tafalla.
La empresa no ha concretado todavía los hierros de la tercera corrida de toros y de la novillada picada.
Los hierros de Dolores Aguirre y Cebada Gago volverán a lidiar en la próxima Feria de Tafalla. Así lo confirmó ayer Jesús Macua, uno de los empresarios de esta plaza de toros, junto con Julio Fontecha, quien aseguró que todavía no tienen concretadas las ganaderías para la tercera corrida de toros y la novillada picada.
De este modo, la vacada de bravo sevillana afrontará su tercera comparecencia en esta feria de Navarra. Debutó en la Ciudad del Cidacos en 1990, con cinco novillos destinados al rejoneo; a uno de ellos Hermoso de Mendoza le cortó una oreja. Los toros lidiados el año pasado, todos cinqueños, estuvieron bien presentados, fueron serios de cara y, en conjunto, pelearon bien en varas –dos lo hicieron con bravura y recibieron duro castigo-, pero resultaron mansos y deslucidos en el último tercio, salvo el encastado cuarto, que fue ovacionado en el arrastre, al igual que el bonito castaño que cerró plaza. Ese cuarto, llamado Cubatisto, número 30, negro bragado, se llevó el premio al toro más bravo de la feria.
“Fue una corrida buena aunque nos perjudicó el agua, ya que empezó a llover en el cuarto toro, y lo cambios que se produjeron en el cartel, al caerse Javier Castaño por una cogida que sufrió el día anterior. El premio al toro más bravo tiene más importancia si se tiene en cuenta que las otras dos corridas fueron de Victorino Martín y de Cebada Gago”, indicó Fernando Pizarro, mayoral del hierro de Constantina.
Por su parte, Cebada Gago regresó el año pasado a esta plaza después de dos ferias ausente. Debutó en 2010, con una corrida de toros muy bien presentada y de juego dispar, aunque hubo un encastado ejemplar, el cuarto, que fue ovacionado en el arrastre. Los diestros de turno –Padilla, Sánchez Vara y Javier Valverde- les cortaron cuatro orejas. En la pasada feria, lidió seis cinqueños, bien presentados, serios de cara, que recibieron lo suyo en varas, y de juego dispar aunque manteniendo siempre el interés; el tercero de la tarde fue aplaudido en el arrastre y el cuarto, ovacionado. Francisco Marco, Alberto Álvarez y Rubén Pinar les cortaron sendas orejas.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX