
De Justo y Adame salieron a hombros en Corella y se convirtieron así en los últimos matadores de toros triunfadores de esta temporada en Navarra.
En su despedida de Navarra, El Cordobés fue arrollado por el que abrió plaza y trasladado al hospital de Tudela. Reportaje fotográfico: Alberto Galdona.
Ganado: Seis toros de Guadalmena, de correcta presentación, humanizados de cara y de juego variado, con uno, el segundo, ovacionado en el arrastre.
Toreros: Manuel Díaz ‘El Cordobés’ (silencio), Emilio de Justo (ovación tras aviso, dos orejas y silencio) y Joselito Adame (oreja y oreja con petición de la segunda).
Presidencia: A cargo de Gorka García, asesorado por Gregorio Madurga y por la veterinaria Mendaza, cumplió correctamente su cometido.
Incidencias: Casi lleno. Tarde calurosa. Saludaron tras banderillear al segundo Morenito de Arles y José Manuel Pérez Valcarce. El Cordobés sufrió una voltereta tras entrar a matar al primero de su lote. Pasó por su propio pie a la enfermería aquejado de una fuerte contusión, no pudo seguir la lidia y fue derivado al servicio hospitalario. El parte médico fue el siguiente: “Traumatismo lumbar y coxofemoral izquierdo. Refiere antecedente de artoplastia total de cadera bilateral. EF: No signo de alarma. No dismetría. Flexión de rodilla conservada. Refiere imposibilidad para rotar y extrema cojera izquierda. A la EF: Limitación por dolor, pasivo limitado al 50% Sensitivo OK. Tratamiento: Nolotil. Se traslada a Hospital para estudio radiológico”. De Justo y Adame salieron a hombros.
Manuel Díaz ‘El Cordobés’ fue trasladado ayer al hospital de Tudela tras ser volteado al entrar a matar al primer toro en la plaza de toros de Corella. El diestro fue arrollado por el astado, que lo prendió en el momento del embroque. De esta triste manera acabó su despedida de Navarra.
Respecto al resto del festejo, bueno resultó el segundo, al que Emilio de Justo le realizó una faena templada y de mucha entrega. El fallo con los aceros emborronó la notable labor del extremeño. Fue ovacionado.
Adame se lució con el tercero. Cuajó un buen primer tercio con el capote. Ya con la muleta dejó muletazos lentos y hondos. Dibujó una excelente faena, que le valió una oreja.
Emilio de Justo se hizo cargo del cuarto, que le tenía que haber correspondido a El Cordobés. Firmó una importante faena ante el buen astado, un toro noble, justito de fuerzas, pero con calidad y entrega. Una gran estocada le ha sirvió para cortar dos orejas muy merecidas.
Otra oreja paseó Adame del quinto de la tarde, un astado con nobleza y calidad. El mexicano supo aprovecharlo e instrumentó dos tandas sublimes por el pitón derecho.
De Justo volvió a ejecutar una gran obra al toro que cerró plaza, que no tuvo la rúbrica esperada tras el fallo con los aceros. Se mostró muy firme y ejecutó tandas de muchos quilates. Se gustó en una faena de toreo suave, realizada con las yemas de los dedos. La espada se llevó el triunfo, dejando todo en una ovación.