Natural de Cádiz, se afincó en Navarra hace doce años y fue en esta tierra donde se hizo torero. Esta tarde, tras tomar la alternativa en la plaza conquense de San Clemente, afronta una etapa decisiva en el toreo.
–La alternativa, convertirse en matador de toros, ¿un sueño cumplido?
-Por supuesto. Ahora bien, un sueño conseguido después de muchos años de lucha.
–¿Cómo se ha preparado?
-En el sur he hecho campo, he matado cuatro toros a puerta cerrada y he tentado unas veinticinco vacas. La preparación la tengo; la mentalización, también y, sobre todo, la confianza en mí mismo, que lo más importante.
-¿Por qué en San Clemente y no en alguna plaza de Navarra o en su Puerto de Santa María natal?
-Muy sencillo. Era una fecha, la de mayo, que me permitía tener casi toda la temporada por delante. Podía haber tomado la alternativa en Tudela o en El Puerto de Santa María, pero eso suponía esperar hasta finales de julio o comienzos de agosto. Me habría gustado celebrarla en Navarra, porque como torero es la tierra que siento, que llevo dentro, donde me he hecho.
–¿Qué le parece el cartel?
-Muy bueno. Víctor Puerto es una figura del toreo, que lleva muchos años en la profesión. Y Chechu, que es más joven, ha estado en San Isidro y es de los toreros de mi agrado. Y la ganadería, Martín Lorca, es de procedencia Torrealta, lo que en principio ofrece cierta garantía. He visto la corrida en el campo. Es honda, seria, bajita, armónica, con hechuras de embestir.
–Echando la vista atrás, ¿ha merecido la pena tanto esfuerzo?
-Sí, sin duda. Por ello, este día lo voy a disfrutar al máximo. Me ha costado mucho trabajo, muchísimo esfuerzo llegar hasta aquí. Me he ganado la alternativa a pulso.
–¿Con qué se queda de su etapa de novillero?
– Con lo bueno. He tenido días malos, peores, pero ha sido una etapa bonita, que me ha permitido conocer mucha gente del mundo del toro y madurar como persona.
-¿A quién está especialmente agradecido?
-A muchas personas, pero, especialmente a la afición navarra, y más en concreto a la de Tudela, a sus peñas taurinas. En general, al pueblo navarro.
–¿Qué le dice Navarra?
-Me siento navarro, aunque no haya nacido aquí. Seré navarro adoptado, pero me siento orgulloso de llevar Navarra por bandera. Es mi casa, es donde lo tengo todo. Me siento uno más de esta tierra.
–Hoy se convierte en matador de toros, ¿y después?
-Empieza otra etapa, difícil, dura, en la que hay que luchar y esperar a tener alguna oportunidad para demostrar lo que vales, para poder vivir de esto y situarte en la parte alta del escalafón.
–Defínase como torero.
-Me considero un diestro con pellizco artístico, con un matiz andaluz.
–¿Su próxima meta en el toreo?
-Procurar entrar en las ferias de Navarra, aunque sé que es complicado, por ser mi primer año como matador de toros. En cualquier caso, mi siguiente sueño es llegar a torear algún día en la plaza de Pamplona. Es algo que siempre he llevado dentro de mí.