BRUNO ALOI CORTA LA ÚNICA OREJA DE LA ÚLTIMA NOVILLADA DE SAN ADRIÁN

Bruno Aloi, de rodillas ante un eral jabonero de Prieto de la Cal. Fotografía: Galdona.

Desigual encierro de Tomás Prieto de la Cal, tanto en presencia como en juego.

Ganado: Cuatro erales de Tomás Prieto de la Cal, desiguales de presentación y de juego variado. El primero, con movilidad y brutote; el segundo, sin motor y revolviéndose; el tercero, soso pero con movilidad y al paso; y el cuarto se rajó pronto.

Novilleros: Fuentes Bocanegra (slaudos tras aviso y vuelta) y Bruno Aloi (oreja y vuelta).

Presidencia: a cargo de Jesús Sola, asesorado por Ricardo Jiménez y el veterinario Jesús Blanco, pasó desapercibida.

Incidencias: Lleno. Tarde calurosa, con brisa agradable. Última de feria. Aloi sustituyó a Samuel Navalón.

La plaza de San Adrián se llenó para disfrutar de la novillada de Prieto de la Cal que cerraba la feria. Cuatro jaboneros esperaban en chiqueros y mientras tanto la fiesta se hizo en los tendidos.

El primero fue un animal que tuvo movilidad en la muleta de Fuentes Bocanegra (de blanco y plata), aunque le faltó clase en la embestida. Antes, aprovechó el quite Bruno Aloi para mostrar sus cartas por saltilleras con el capote. Bocanegra le exigió mucho al eral y trató de ordenarlo por ambas manos, pero soltaba mucho la cara y no humillaba y eso desordenaba los muletazos. Mató de una estocada, que cayó baja, y un descabello, y saludó desde el tercio.

En el segundo también quiso aprovechar su turno de quite y fue por gaoneras y faroles alternados. Buena disposición. Era el novillo de Bruno (de gris perla y oro), que salió con muchos pies pero perdió pronto fuelle y se paró. Tuvo que tragar mucho en la faena de muleta porque se quedaba tan corto que lo volteó en varias ocasiones. Tiró de garra, expuso ya cerrado en tablas y volvió a ser volteado en el cierre por bernardinas. Hubo muletazos buenos a modo chispazos y eso, sumado al valor y a l estocada, le valió una oreja.

El tercero embistió al paso y por el izquierdo lo hizo con más dulzura, permitiéndole a Bocanegra hilar naturales que tuvieron gusto. Por el derecho se revolvía más el novillo y le faltó ajuste por esa mano. Cerró por molinetes y se atascó con el acero: dos pinchazos, estocada que hace guardia, estocada. Vuelta al ruedo.

Con la puerta grande a medio abrir, se fue Aloi a los medios con la muleta y se tiró de rodillas. Ahí lo recibió pasándoselo por delante y por la espalda hasta que se le vino encima. Tuvo temple por la derecha y todo lo tuvo que hacer en los terrenos de chiqueros porque el eral se rajó. Falló con los aceros –dos pinchazos y estocada- y dio una vuelta al ruedo.

Información de Jesús Rubio, publicada en Diario de Navarra.

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