La colorada ‘Higueruela’, pura de Marqués de Domecq, se empleó con bravura en el caballo. Fotografía: Miguel Ángel Coronado.
En la pasada temporada, recogió premios en Peralta, Lodosa y San Adrián.
El ganadero navarro José Antonio Baigorri, propietario de Ganadería de Pincha, ya tiene diseñada la próxima temporada, en la que intentará mantener la regularidad alcanzada este año en las tres novilladas picadas y otras dos de erales que lidiará, además de dos becerradas.
“La camada para el año que viene se compone de diecinueve utreros, ocho erales, todos marcados con el hierro de Ganadería de Pincha, y de diez becerros, éstos con el hierro de El Tolco. Además, igual que en años anteriores, estaremos presentes en unos veinticinco pueblos con reses de este último hierro, el que utilizo para los festejos populares”, explicó el criador de bravo.
Respecto al destino de las novilladas, el criador de bravo fue claro. Las tres picadas no tienen todavía un lugar de lidia concreto. No hay que olvidar que varias plazas de toros todavía no están adjudicadas. Ahora bien, lo normal es que repita donde he triunfado este año, en Lodosa y en Peralta. Y sí voy a lidiar un utrero en la plaza francesa de Mont de Marsan, en una novillada concurso de ganaderías. Por otra parte, los erales los lidiaré en San Adrián y Autol probablemente, y las becerradas, en Vinuesa y en otro pueblo de Soria”, aseguró el lodosano.
Y, aunque ya mira a la próxima temporada, sigue teniendo muy presente la que ha dejado atrás. “En principio, quería pasarla sin problemas, sin pena y con poca gloria, como una temporada de puro tránsito. Sin embargo, al final, ha sido muy buena, con varios y, sobre todo, con unos novillos lidiados que, en su mayoría, me han gustado”.
Sus esperanzas y sus aspiraciones son mayores en relación a la próxima temporada. “Si se concreta todo como yo espero, será una temporada muy importante para mis intereses”, concluyó José Antonio Baigorri.
Derechazo a pies juntos y de mano baja del diestro Filiberto a la erala que abrió el tentadero.
Tentadero ‘delicatessen’
El ganadero navarro realizó estas declaraciones, tras un tentadero protagonizado por el matador de toros murciano Filiberto y el novillero vallisoletano Ricardo Maldonada. Ambos disfrutaron en la tienta de cuatro eralas de mucha calidad, bravas en el caballo de Ramitos, que picó excelentemente, y con mucha nobleza, clase, fijeza y durabilidad en la muleta.
Filiberto dejó clara muestra de la elegancia de su toreo, con muchos muletazos a pies juntos cargados de quietud, limpieza y temple. Y Maldonado ofreció asimismo una buena imagen, aunque no terminó de acoplarse a la embestida de la cuarta y última vaca, que derrochó motor.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX