Armendáriz, en el tercio final, a lomos de ‘Polvorilla’.
Logró cortar tres orejas de una manejable lote de Araúz de Robles.
Ganado: cuatro toros de Araúz de Robles, manejables en conjunto.
Rejoneadores: El Cartagenero (dos orejas y oreja) y Roberto Armendáriz (oreja y dos orejas).
Lugar y fecha: plaza de toros de Molina de Aragón (Guadalajara). 1 de septiembre.
Incidencias: Tres cuartos de plaza. Los dos rejoneadores salieron a hombros.
Roberto Armendáriz retomó el domingo pasado la senda del triunfo en la plaza guadalajareña de Molina de Aragón, donde salió a hombros después de conseguir tres de las cuatro orejas posibles.
La primera la paseó del segundo de la tarde, un ejemplar al que recibió con Señorita. En banderillas, se hizo con el público con los ajustados quiebros de Ranchero y las medidas batidas al pitón contrario de Zamorino. Para el tercio final, eligió al veterano Polvorilla, con el que se lució con tres cortas sin respiro. La pena fue que, antes de dejar el rejonazo definitivo, pinchó una vez, el toro se refugió en tablas y los ánimos se enfriaron, por lo que el premio se redujo a una oreja.
Estuvo más certero frente al cuarto y último, al que recibió con Visir. Después, en banderillas, puso los tendidos al rojo vivo con Prometido, que brilló con su templado toreo de costado en varias vueltas al ruedo. Terminó su faena con Cristal, con el que dejó tres cortas y mató de un rejonazo. Hubo ligera petición de rabo pero se tuvo que conformar con las dos orejas del toro.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX