Armendáriz sobre Linchú en el comienzo de una de sus faenas en Saintes Maries de la Mer.
En un festejo nocturno y a la portuguesa, salió a hombros junto al también rejoneador Palha
Nuevo triunfo de Roberto Armendáriz. Esta vez en la plaza francesa de Saint Maries de la Mer, que se llenó en tres cuartos de su aforo, en un festejo nocturno y a la portuguesa –sin muerte de astados- que se celebró el pasado domingo.
En este coso, toreó mano a mano con el también rejoneador Francisco Palha, que obtuvo idéntico premio y acompañó al navarro en la salida a hombros. Ambos lidiaron cinco toros del ganadero francés Fanó, ejemplares que ofrecieron un juego desigual.
Al primero de la noche, un toro bueno pero con poca transmisión, lo paró con Zelador, montura con la que clavó un rejón de castigo y se adornó con varias batidas. El tercio de banderillas lo comenzó con Ranchero, con el que clavó tres palos cambiando de pitón y se lució con un templado toreo de costado. A continuación, sobre Zamorino, dejó otros dos palos y se lució con piruetas en la cara del toro. En el último tercio, dejó con Trasnochador tres cortas sin respiro, que dieron paso a la pegada de los forçados. Al no haber muerte de los astados, las vueltas al ruedo equivalen a orejas y el caballero de Noain dio una muy aclamada.
El tercero de la noche fue el más complicado del encierro. Lo recibió sobre Linchú y sólo lo castigó con un rejón. En banderillas, se lució primero con Prometido, en tres palos a los que siguieron su elegante toreo de costado pese a los violentos arreones del toro; y después con Polvorilla, con su vibrante toreo de cercanías. En esta ocasión, Armendáriz fue premiado con dos vueltas al ruedo.
El quinto y último del festejo, un toro manejable, lo lidiaron en collera ambos caballeros, en una faena muy lucida y de calidad, premiada con dos vueltas al ruedo, con la que sellaron un triunfo redondo.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX