EXPÓSITO Y LEÓN SE REPARTEN EN LODOSA DOS OREJAS DE CLAIRAC

Natural largo de Francisco Expósito al que abrió plaza.

Natural largo de Francisco Expósito al que abrió plaza.

La escasa movilidad del ganado marcó una tarde en la que destacó el derroche de voluntad de los actuantes. Imágenes.

Ganado: Cuatro utreros de Clairac, bien presentados, con kilos, cómodos de cámara, pero deslucidos por parados, tardos y reservones, salvo el cuarto, que fue pronto y tuvo movilidad.

Novilleros. Francisco Expósito (saludos desde el tercio tras aviso y oreja) y Miguel Ángel León (oreja tras aviso y silencio tras dos avisos).

Presidencia: A cargo de Luis López Ganza, asesorado por la veterinaria Belén Ferrer y por Ignacio Marrodán, salvo algún aviso y un cambio de tercio inoportunos, cumplió correctamente su cometido.

Incidencias: Menos de media plaza. Tarde soleada y calurosa. Actuó de sobresaliente Víctor Manuel Rodado. El subalterno Cristopher Foucart saludó montera en mano tras banderillear al segundo. Buena vara al tercero de la tarde del picador Juan Manuel Sangüesa.

Fue como la noche y el día, el mar y el desierto, el frío y el calor. La comparación puede parecer odiosa pero resulta inevitable. Los aficionados recordaban, y comentaban, la buena materia prima del domingo, y, sin embargo, abandonaron ayer el coso lodosano con cara de haberse llevado un verdadero chasco, debido al juego de los novillos, claro está.

Los utreros salmantinos resultaron deslucidos porque tiraron a parados, no dejaron de medir y, cuando se arrancaron, intentaron sorprender y embistieron a su aire.

Sólo el cuarto y el último de la feria, del XIX Piquillo de Oro, fue pronto al cite y tuvo movilidad; eso sí, con escasa clase. Ante él, León pudo conseguir un trofeo, el que necesitaba para salir a hombros, aunque al final no faltó mucho para que sonara el tercer aviso. Lo toreó, sobre todo con la diestra, con más ganas que limpieza en una faena larga mal rematada con los aceros. En su primera intervención, el sevillano aprovechó las escasas arrancadas del novillo para trazar tres tandas en redondo discontinuas, que conectaron, tanto que paseó un trofeo tras estocada y dos descabellos.

Expósito le realizó una entonada faena a su tardo primero y pudo cortarle una oreja pero la perdió con el descabello tras una estocada tendida. La consiguió sin embargo del tercero, áspero y carente de clase, ante el que dio la cara y derrochó tesón, voluntad y fe en sí mismo. Una media tendida y un fulminante descabello posibilitaron laconcesión del trabajado trofeo.

Expósito cierra con la media Expósito doblándose Expósito. A la verónica ante el tercero Expósito. Derechazo Expósito. Natural Expósito. Oreja del tercero Miguel Ángel León. Con la diestra. Despegado Miguel Ángel León. Derechazo Miguel Ángel León. En apuros Miguel Ángel León. Oreja

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