UN TORO MATA A OTRO Y A UN MANSO EN EL DESENJAULE DE SANGÜESA

El toro comtempla a los ejemplares que acaba de matar.

El toro comtempla a los ejemplares que acaba de matar.

La ganadería Orellana Perdiz repondrá el animal para el festejo de rejones del domingo.

Era la primera vez que la ganadería Orellana Perdiz, de La Carolina (Jaén), acudía a las fiestas de Sangüesa que han comenzado hoy y a la que se contrató para el espectáculo de rejones del domingo. Y su nombre quedará ya en el anecdotario taurino local antes de la lidia por haber matado uno de los toros a otro y un manso durante el desencajonamiento de ayer por la tarde.

Eran las siete y muchos vecinos habían acudido a presenciar el traslado de los animales desde los camiones hasta los corrales del coso taurino. Los primeros en saltar al ruedo, rodeados de seis mansos de la ganadería Macua de Larraga, fueron los del hierro Vaz Monteiro de Portugal. Aquí todo transcurrió con normalidad, con los astados saliendo de uno en uno del camión y, tras atravesar el ruedo, enfilar hacia los corrales.

Tocaba el turno a los segundos, que llevaban desde las seis de la tarde de anteayer montados en el camión debido al largo trayecto de 650 kilómetros entre La Carolina y Sangüesa. “No olvidemos que son toros bravos y sacan su temperamento”, indicaba el concejal de Festejos Santi Guallar.

Muerte a golpes

Y el tercero del lote lo sacó. Ya había hecho un amago el segundo tras una entrada limpia a corrales del primero. Este amagó al que le seguía, y los dos se enzarzaron a golpes de cuernos. Pero sin herida de asta porque para los rejones las llevan recortadas.

A duras penas se consiguió introducirlo en los corrales, pero para entonces el tercero ya la había emprendido a golpes con un manso y el toro que venía detrás. Al primero, lo mató contra el burladero. Al toro lo dejó tendido en medio de la arena.

El Ayuntamiento decidió entonces desalojar la plaza de público para no distraer al animal en la que ya se adivinaba ardua tarea de tranquilizarlo para meterlo en los corrales. Y se pudo hacer ya con un tendido vacío, así como desencajonar al resto sin percances. “Al final, su comportamiento es impredecible y ha pasado a pesar de que el dispositivo ha funcionado muy bien, con los pastores y los mansos cumpliendo a la perfección su cometido”, insistía el concejal de Festejos. Lo que no se suspenderá será el rejoneo del domingo porque, aseguraron ayer desde el ayuntamiento, la ganadería repondrá al animal muerto.

Información publicada en Diario de Navarra.

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