Alfredo Íñiguez en el centro de la imagen junto a José Mena, que sostiene un hierro de la ganadería, durante el herradero que llevaron a cabo a principios del presente año.
El veterano ganadero de Arguedas permanece ingresado en el hospital Reina Sofía de Tudela.
Sucedió el viernes pasado. El escenario, la finca Las Landas, en Arguedas, donde los ganaderos –Alfredo Íñiguez Delmas y su hijo, Alfredo Íñiguez Moncayola- guardan los machos de su ganadería de bravo. Habían separado unos machos pero, quizá, alguna puerta quedó mal cerrada. El caso es que volvieron a juntarse –un semental y dos utreros- y la pelea no se hizo esperar.
Sin perder tiempo, padre e hijo acudieron al lugar para separarlos y lo consiguieron, pero el semental se volvió y sorprendió al veterano criador de bravo. Le embistió y le fracturó ocho costillas, por fortuna de manera limpia, sin afectar a órganos. Fortuna que también tuvo si se tiene en cuenta que el toro le alcanzó y se fue, no se cebó con él.
Alfredo Íñiguez Delmas fue llevado al hospital Reina Sofía de Tudela, donde permanece ingresado recuperándose de este percance, que pudo tener peores consecuencias.
Esta ganadería navarra se creó oficialmente en 1988, aunque el padre ya tenía reses bravas desde seis años antes. Echó a andar con una punta de vacas compradas a Julio Aguirre y con posteriores adquisiciones a Jesús Idiazábal y a los hermanos Lahuerta, incluido un semental de este hierro.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX