De izda. a dcha., el novillero Javier Marín, el moderador Pablo Martínez Sangüesa y los matadores de toros Tomás Campuzano, Sergio Sánchez y Alberto Álvarez.
En el coloquio participaron también los matadores de toros Sergio Sánchez y Alberto Álvarez, y el novillero Javier Marín.
Medio centenar de aficionados asistieron el sábado pasado a la charla que, organizada por el Club Taurino de Tudela y la sección taurina de la S. D. R. Arenas, ofreció el matador de toros Tomás Campuzano en los locales de esta última entidad. El sevillano estuvo acompañado por los también toreros de alternativa Sergio Sánchez y Alberto Álvarez, y por el novillero Javier Marín, en una mesa que estuvo moderada por Pablo Martínez Sangüesa.
El diestro de Gerena hizo hincapié en que existen dos diferencias fundamentales entre el toreo de ayer y el de hoy: por un lado, el tipo de toro, distinto por su forma de cría en el campo, y, por otro, por la espontaneidad, creatividad y necesidad económica que marcaba al toreo de ayer. “El torero se iba ganando sus contratos a través de sus resultados en las ferias; contaba con la apuesta de los empresarios y apoderados. Sin embargo, hoy se desarrolla todo en circuitos más cerrados. Los que están en la élite torean lo que ellos exigen y las empresas tienen todo bien cerrado, basándose en las exigencias de esas figuras. Por tanto, el resto de toreros tienen mayores dificultades para conseguir torear y triunfar”, explicó el diestro andaluz.
En la misma línea se mostró el veterano matador de toros navarro Sergio Sánchez, quien recalcó dos problemas actuales: la falta de apoyo por parte de los políticos y la corriente antitaurina, que ha quitado asistencia a los festejos por basarlo en todo en la muerte de los astados y no haber enseñado la verdadera esencia de la fiesta.
Por su parte, el diestro aragonés Alberto Álvarez se mostró más optimista. “Conseguir que la gente acuda a un espectáculo que se celebra a las seis de la tarde, con calor y teniendo que pagar unos cincuenta euros de media es todo un logro”, aseguró el espada zaragozano.
Según Álvarez, resulta muy importante valorar el esfuerzo de los matadores y novilleros, que se pasan temporadas esperando esa oportunidad de demostrar que merecen un sitio en las ferias. “El torero es el único artista que, una vez hecha su obra, la faena en el ruedo,, no puede rectificarla; ya queda hecha, para bien o para mal”, concluyó el diestro de Ejea de los Caballeros.
Por último, el novillero de Cintruénigo Javier Marín reconoció no contar con la experiencia de sus contertulios para poder valorar el toreo de ayer y de hoy, pero remarcó la importancia de los novilleros. “Los jóvenes venimos con ganas de demostrar nuestra afición y conocimiento del toro. En este sentido, las escuelas taurinas han desempeñado un papel importante. Y, aunque yo no he podido conocer el toreo de ayer, me documento con vídeos de los grandes maestros del toreo para aprender”, aseguró el novillero cirbonero.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX