Una imagen para la historia: Pablo y Guillermo Hermoso de Mendoza saliendo a hombros en la palza de Estella.j Fotografía: J. C. Cordovilla.
Guillermo Hermoso de Mendoza triunfó en su presentación oficial y salió a hombros junto a su padre y Manzanares. Imágenes.
Ganado: Cuatro toros de Rosa Rodrigues y dos utreros de Fermín Bohórquez, despuntados correctamente, bajitos, desiguales de hechuras, colaboradores los dos primeros toros y parados los otros dos; los utreros, deslucidos, sobre todo el sexto, que sólo quiso sorprender con arreones.
Rejoneadores: Pablo Hermoso de Mendoza (dos orejas y dos orejas y rabo), Manuel Manzanares (dos orejas y saludos desde el tercio) y Guillermo Hermoso de Mendoza (dos orejas con ligera petición de rabo y oreja).
Presidencia: A cargo de Pablo Ezcurra, asesorado por la veterinaria Rosa Loranca y por Juan José Crespo, fue un mero elemento decorativo.
Incidencias: Lleno de “no hay billetes”. Tarde soleada y calurosa. Tras el paseíllo, se guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento de Jesús Sádaba “Calandria”, transportista de la casa Macua. Guillermo Hermoso, que se presentó oficialmente como rejoneador, sufrió una espeluznante cogida por el sexto de la tarde, que, por fortuna, no tuvo más consecuencias que la propia paliza.
Fue una tarde para la historia taurina de Estella y para la de Navarra, también. La familia Hermoso de Mendoza nunca la olvidará. Muchísimos aficionados, tampoco. Y, sobre todo, Pablo y su hijo Guillermo la mantendrán siempre guardada en sus memorias.
Especialmente, el más joven, pues a sus 16 años -el sábado cumplirá uno más, felicidades anticipadas- consiguió poner a la plaza, repleta de público, en pie. Sucedió en el sexto, llamado Sincero, un utrero que pegó arreones para cazar y lo consiguió. El chaval dudó en un embroque y el astado portugués se echó a lomos al jinete y al caballo que montaba, al veterano Napoleón. Fueron unos instantes dramáticos. Al ruedo saltaron numerosos profesionales para auxiliar al debutante, que se libró de milagro.
Y éste -esto fue lo más importante de la tarde- sacó su casta a relucir -cuestión de genes-, montó a Disparate y con el castaño no sólo hizo vibrar sino que puso la plaza al rojo vivo, sobre todo con ese cambio por los adentros después de un medido toreo de costado. Después, con Donatelli, su toreo acortó distancias e intentó lucirse con unas piruetas a las que no colaboró el utrero. En el tercio final, con Pirata, se lució con las cortas y con una par a dos manos (a la segunda). Sólo quedaba la suerte suprema. Sigo sin saber qué le habrían dado como premio si llega a matar a la primera. La pena fue que pinchó y todo quedó en una cariñosa oreja.
No importó. El triunfo grande ya lo había conseguido frente a su primero, tercero de la tarde, llamado Senador y negro como el resto del encierro portugués.
Y lo había conseguido bajo la atenta y nerviosa mirada de su abuelo Pablo, de su hermana Paula -que ejercieron de alguaciles- y de su tío Juan Andrés. Y, cómo no, con el continuo consejo de su padre, que para la ocasión le cedió su experimentada cuadrilla y varios de los pesos pesados de su cuadra, como Napoleón, Viriato o Pirata, entre otros.
Guillermo les brindó a todos ellos el utrero de su presentación, se fue sacudiendo los nervios y realizó una faena de menos a más, en la que se alternaron las lógicas precipitaciones -como no encontrar toro en una banderilla- con chispazo de muy buen toreo, como esa especie de recorte con que lo paró de salida a lomos de Napoleón.
Incluso en banderillas, sobre Disparate, soltó cierto desparpajo e intentó lucirse con unas hermosinas que no tuvieron su efecto porque, para entonces, el toro estaba ya bastante parado y no colaboraba al lucimiento. Tras un buen toreo circular, de cortas distancias sobre Viriato, sacó a Pirata, dejó las cortas y -lo más difícil- mató de un rejonazo. Dos orejas, las dos primeras de su profesión, y salida a hombros asegurada.
Más y más triunfos
Para entonces, su padre, el maestro, el que estaba viviendo en su tierra una tarde más que especial, cargada de emociones, ya se había asegurado la puerta grande. Se las vio en primer lugar con un buen toro y aprovechó su buen tranco para lucirse con una vibrante hermosina a lomos de Berlín, todo poderío. Y ya en el último tercio, con Manile, dejó las cortas y se adornó con la suerte del teléfono. Sólo ese pinchazo previo al rejón letal definitivo le privó de cortar un rabo.
Máximos trofeos que consiguió del cuarto, un toro complicado al que se impuso -como a la merienda- y al que mató de un rejonazo después de haber dejado tres cortas sin respiro.
Manzanares no sólo fue un invitado de lujo sino que mostró la calidad de su toreo, sobre todo ante el buen segundo.
*A: JOSE CARLOS CORDOVILLA
*F: 07-08-2016
*P: GUILLERMO HERMOSO DE MENDOZA
*L: ESTELLA
*T: CORRIDA DE REJONES. DEBUT DEL HIJO, GUILLERMO HERMOSO DE MENDOZA
*A: JOSE CARLOS CORDOVILLA
*F: 07-08-2016
*P: GUILLERMO HERMOSO DE MENDOZA
*L: ESTELLA
*T: CORRIDA DE REJONES. DEBUT DEL HIJO, GUILLERMO HERMOSO DE MENDOZA
*A: JOSE CARLOS CORDOVILLA
*F: 07-08-2016
*P: GUILLERMO HERMOSO DE MENDOZA
*L: ESTELLA
*T: CORRIDA DE REJONES. DEBUT DEL HIJO, GUILLERMO HERMOSO DE MENDOZA
*A: JOSE CARLOS CORDOVILLA
*F: 07-08-2016
*P: GUILLERMO HERMOSO DE MENDOZA
*L: ESTELLA
*T: CORRIDA DE REJONES. DEBUT DEL HIJO, GUILLERMO HERMOSO DE MENDOZA
*A: JOSE CARLOS CORDOVILLA
*F: 07-08-2016
*P: PABLO HERMOSO DE MENDOZA
*L: ESTELLA
*T: CORRIDA DE REJONES. DEBUT DEL HIJO, GUILLERMO HERMOSO DE MENDOZA
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX