Torearon como tapias Fernando Torrubia y Bruno Martínez, alumnos de la Escuela Taurina de Pamplona.
En la nueva ganadería López Vicente se llevó a cabo el pasado martes el segundo tentadero de su historia y lo hizo con magníficos resultados. En la finca Campocerrado de Cintruénigo se dieron cita los matadores de toros Sergio Sánchez, José Pedro Prados ‘El Fundi’, Alberto Lamelas y Javier Marín para probar la bravura de seis eralas avanzadas, cercanas a ser utreras, de procedencia Marqués de Domecq, vía Santafé Martón, ganado bravo que ofreció un magnífico juego.
Todas fueron entre cuatro y cinco veces al caballo montado por Juan Manuel Sangüesa y empujaron metiendo los riñones. En la muleta ofrecieron buen juego, aunque dos destacaron sobre las demás, resultaron sobresalientes. Al final fue tal calidad de la materia prima que varias vacas alcanzaron el aprobado del ganadero.
Esas dos eralas extraordinarias cayeron en manos de Sergio Sánchez y de El Fundi. El diestro navarro demostró que quien tuvo retuvo, y que seguía manteniendo su oficio a la hora de tentar, ese poso que dan los años. El veterano cirbonero disfrutó de lo lindo. Lo mismo que el madrileño, que estuvo, simplemente, sensacional. Lamelas reflejó que puede con todas y que está en su mejor momento. Y el otro diestro navarro, el más joven, Javier Marín, dejó muy buena imagen y transmitió que está con muchas, con hambre de toros.
Torearon también como tapias dos alumnos de la Escuela Taurina de Pamplona, Fernando Torrubia y Bruno Martínez, que dejaron clara muestra de su progresión, gracias a que los matadores de toros les dejaron salir a todas las vacas. Y pese a lo astifinas que eran, supieron sacarle todo el partido que tenían.