A sus seis erales, cuajados, con hechuras de utreros, los novilleros les cortaron cuatro orejas. Fotografías: Roland Costedoat y Luis A.
Ganado: Seis erales de Santafé Martón, fuertes, con cuajo y presencia de utreros, enrazados, con nervio y temperamento, exigentes para los de luces; destacaron el cuarto, por su clase, y el sexto, por su encastada nobleza.
Novilleros: Álvaro Burdiel (silencio tras aviso y oreja), Cristian Parejo (oreja en ambos) y Jean Baptiste Lucq (ovación y oreja).
Lugar y fecha: Plaza de toros cubierta de Magescq (suroeste de Francia). 16 de febrero.
Incidencias: Dos tercios de plaza. Primer festejo de la temporada en Francia. Parejo salió a hombros.
La ganadería navarra Santafé Martón incrementó ayer, domingo, su prestigio en tierras francesas, prestigio adquirido a lo largo de los años con la calidad de su ganado, de procedencia Marqués de Domecq. Lidió su primer festejo de la temporada en la cubierta de Magescq y consiguió un sobresaliente en cuanto a la presentación del encierro y un notable alto en lo referente al juego ofrecido por los seis astados en conjunto, que destacaron por su movilidad, fijeza y transmisión.
Juan Manuel Arruego, en el portal Mundtoro, describió así a los novillos: “fuertes, con cuajo y presencia de utreros, enrazados, con nervio y temperamento. Exigieron a los de luces. El cuarto fue el más factible para el lucimiento”.
Jean Louis Haurat, por su parte, en el portal Aplausos, definió a los novillos de este modo: “muy bien presentados, con cuajo y pitones, exigentes en general, sobresaliendo la gran clase del cuarto y la nobleza del sexto. El ganadero navarro José Ángel Santé Martón lidió un lote muy serio, soberbiamente presentado de un trapío más propio de un utrero, exigentes destacando la gran clase del cuarto y la alegre nobleza del sexto, siendo el primero el más áspero y complicado del envío”.
En cualquier caso, la calidad que atesoró la novillada de Villafranca obligó al ganadero, a José Ángel Santafé, a salir a los medios al final del festejo y recoger la felicitación de la organización de este festejo.
Respecto a la mano de obra, Arruego escribió estas líneas: “Parejo (escuela taurina de Beziers), que aunó disposición a su concepto clásico y resolutivo, realizó al segundo de la tarde la faena más compacta, mientras Burdiel (Escuela taurina El Yiyo) dejó detalles en la primera parte del trasteo al mejor novillo de la tarde. El francés Jean Baptiste Lucq (Escuela Adour Afición), por su parte, evidenció bisoñez. Recogió una cariñosa oreja de sus paisanos”.
Haurat, por su parte vio así a los novilleros: “A Álvaro Burdiel le correspondió el eral más complicado y temperamental de la tarde. Sorteó al contrario el de más clase del envió en el cuarto, dejando detalles en un conjunto que hubiera merecido, a buen seguro, más entrega, más brillantez, cortando un trofeo tras matar a la primera de estocada trasera y caidita.
El chiclanero Cristian Parejo, alumno del matador Tomás Cerqueira en la Escuela Beziers, fue a la postre el triunfador de esta ovillada inaugural de la temporada cortando una oreja de cada uno de sus oponentes. Destacó en el manejo de la mano izquierda ante su segundo enemigo matando a la primera en sus dos intervenciones.
Jean-Baptiste Lucq, anduvo animoso toda la tarde, interviniendo en quites, cortó un trofeo de su buen segundo a costa de una entrega total hasta la estocada final”.