El caballero navarro realizó una faena a más ante un toro a menos, al que mató de un certero rejón. Imágenes, Alfredo Arévalo.
Ganado: Toros de Benítez Cubero, incluido un cuarto como sobrero, y Pallarés, primero, bien presentados y de buen juego en líneas generales.
Rejoneadores: Ana Rita (vuelta), que confirmó la alternativa, José Miguel Callejón (vuelta), Sergio Domínguez (vuelta), Roberto Armendáriz (vuelta), Miguel Moura (ovación) y Duarte Fernandes (oreja).
Lugar y fecha: Plaza de Las Ventas del Espíritu Santo, en Madrid. 25 de agosto de 2024.
Incidencias: Un cuarto de plaza. Segundo festejo de rejones de la Feria del Caballo. Ana Rita confirmó con Nevado, número 26, negro, de 506 kilos y de Pallarés.
Roberto Armendáriz realizó ayer en Las Ventas una buena faena, de menos a más, que terminó con un certero rejonazo, lo que le hizo merecer mayor premio que una vuelta al ruedo. Y eso que no empezó con buen pie. Su primero, el cuarto, Barruntón, número 20, de 535 kilos y de Pallarés, fue devuelto a los corrales por carecer de fuerzas tras recibir dos rejones de castigo. Y en su lugar salió Ofrecido, número 67, negro listón, de 527 kilos y de Benítez Cubero Así relató Mundotoro su faena:
“Devolvió el palco al cuarto por endeble tras dos rejones de castigo excesivos de Armendáriz. Salió un sobrero con del hierro titular al que de salida el rejoneador dejó un rejón de castigo. Comenzó a reservarse el toro en arreones cuando le clavó el acero. Se fue entonando el jinete en la medida en la que el toro, con poco empuje, se dejó al menos ganar la cara, permitiendo al rejoneador el cité en cercanías y con embroques limpios. Una faena a más con el toro a menos. Rejón eficaz. Vuelta al ruedo”.
Por su parte, en Cultoro.es se pudo leer lo siguiente: “Un rejón pareció dejar tocado al cuarto, que entre su falta de fuerza y ese punto de lastimado dio con sus huesos en los corrales para que saliera el sobrero, tan terciado y justo de todo. Sobre todo de fondo, que no era malo. Roberto Armendáriz acertó en cuidarle, no exigirle mucho y, al contrario, ponerlo él con sus caballos, llegando muy cerca y pisando terrenos comprometidos. El rejón, efectivo, provocó la salida de algunos pañuelos, insuficientes para el trofeo”.