Armendáriz hizo debutar en Autol de salida a Cilín.
Toreó en solitario y lidió dos excelentes novillos del navarro José Antonio Baigorri.
Roberto Armendáriz sumó un nuevo triunfo el pasado viernes, esta vez en la plaza riojana de Autol, donde toreó en solitario en un festival.
Lidió dos erales de Ganadería de Pincha, hierro del ganadero lodosano José Antonio Baigorri. Los dos ejemplares ofrecieron un excelente juego.
El primero, llamado Clarinero, negro, de procedencia Ortega-Jandilla, fue magnífico, galopó siempre con estupendo tranco y a más. Lo recibió sobre Linchú, con el que dejó un rejón de castigo. En banderillas, actuó por primera vez Zelador, que, yendo muy de frente hasta la cara del toro, permitió que su dueño clavase dos bonitos palos. Completó este tercio con Zamorino, que lució con sus vibrantes piruetas a escasos centímetros de los pitones. Labor que conectó con los tendidos y que finalizó el caballero navarro a lomos de Clarín, con un certero rejón letal de efectos fulminantes. Hubo petición insistente de dos orejas pero el palco sólo concedió una.
El segundo, Trabajador, castaño, línea Algarra-Jandilla, tuvo más motor y superó en transmisión al anterior. El jinete de Noain comenzó su faena frente al segundo con Cilín, una nueva montura que tuvo una actuación notable, por su elegancia y soltura. En banderillas, brillaron Delirio, con su parsimonioso toreo de costado, y Curioso, que con su tierra a tierra conquistó al respetable. El rejoneador cerró su faena sobre Trasnochador, con el que dejó tres cortas y dos rosas por los adentros, y un rejón letal en todo lo alto, por lo que esta vez el presidente no pudo negar la concesión de las dos orejas. En definitiva, tres orejas y nueva salida a hombros.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX