Los seis toros de Miura en un corral del Gas.
Animales voluminosos, largos, los de mayor peso de todos, y bien armados, con espectaculares astas, en los últimos años han protagonizado casi siempre los encierros del domingo, los de mayor afluencia de personas dentro del recorrido, debido a su fama de veloces y nobles. Por ello, se ganaron la fama de llevar a cabo carreras limpias, sin heridos.
Sin embargo, esta tendencia se ha ido diluyendo en los últimos años. De hecho, en lo que llevamos de siglo, han dejado un reguero de quince corneados, muchos más que durante todo el siglo pasado. En 2009, firmaron su encierro más sangriento, con cinco corredores heridos por asta. Se cobraron sus tres últimas víctimas el año pasado.
Su primera comparecencia fue en 1899, por lo que este hierro puede presumir de ser el único que ha estado presente en Pamplona en tres siglos diferentes.
Y han corrido en Pamplona ininterrumpidamente desde 1977 (en 1978 estuvieron pero no llegaron a correr por los trágicos sucesos que obligaron a suspender las fiestas; y lo mismo sucedió en 1997: estuvieron pero su encierro se suspendió por el asesinato del concejal Miguel Ángel Blanco).
Como dato anecdótico, durante muchos años se entretuvieron en dar una vuelta al ruedo antes de entrar en los corrales.
Los toros de este hierro protagonizaron el año pasado una carrera limpia, sin corneados. Y batieron el récord de rapidez desde que existen mediciones de los encierros. Cubrieron el recorrido en dos minutos y cinco segundos, seis menos que lo que tardaron los toros de El Pilar en 2011.
Lugar de procedencia: Lora del Río (Sevilla).
Encierros protagonizados en Pamplona: 60.
Debut: En 1899.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX