Fue un mano a mano en el que el maestro navarro saldó su actuación con tres orejas. Fotografías: pablohermoso.net
Ganado: Toros de Fermín Bohórquez, de buena presencia y buen juego en líneas generales, destacando el segundo de la tarde, aplaudido en el arrastre tras su buen juego.
Rejoneadores: Pablo Hermoso de Mendoza (silencio, oreja y dos orejas) y Lea Vicens (oreja, oreja y silencio).
Lugar y fecha: Plaza de toros de Béziers (Francia). 17 de agosto de 2024.
Incidencias: Casi lleno. Tercer festejo de la feria. Al finalizar el paseíllo, Robert Ménard, alcalde de esta ciudad, entregó a Pablo Hermoso de Mendoza la medalla de la ciudad. Los dos actuantes salieron a hombros.
Pablo Hermoso de Mendoza se despidió con honores de la plaza de toros francesa de Béziers cortando un total de tres orejas a sus respectivos toros en un exitoso mano a mano que le enfrentó en esta tarde con Lea Vicens, quien cortó dos orejas y acompañó al rejoneador navarro en la salida a hombros. Tarde afortunada de la francesa frente a una importante corrida de toros de Fermín Bohórquez.
Por su último paseíllo en Béziers, Pablo Hermoso de Mendoza hizo gala de su maestría con el abrió plaza. Se acomodó del buen galope del animal para rejonear a gusto. Destacaron las hermosinas a lomos de Berlín. No estuvo afortunado a la hora de matar y obligó al público a guardar silencio.
El tercero de la tarde tuvo un galope vibrante. El navarro pudo mostrar una buena versión de su rejoneo clásico. Clavó las banderillas con brío en los terrenos de cercanías, con el público entregado con él. Esta vez sí acertó a la hora de matar y cortó una oreja.
El maestro estellés no quiso irse de Béziers por la puerta de atrás. Por eso apostó desde el primer momento con el quinto, un animal notable de Bohórquez. El torero a caballo exhibió así lo mejor de su repertorio: quiebros, piruetas y las famosas hermosinas. El público, que tampoco quiso poner fin a un idilio de más de tres décadas, no se equivocó al entregarle las dos orejas.
Lea Vicens se las vio en primer lugar con un Bohórquez, el segundo, que se quedó corto en sus embestidas. Con una doma clásica y segura, lo entendió muy bien y pudo lucirse especialmente con su caballo Diluvio. El público la recompensó con la primera oreja de la tarde. Oreja y palmas para el toro en el arrastre.
Tuvo que componer ante el cuarto de la tarde a base de una doma fina y elegante. La amazona construyó una labor que caló en los tendidos. Un violín por dentro muy ceñido terminó de conquistar al público. Lo despachó de manera efectiva. Oreja.
La francesa también quiso seguir su idilio con Béziers frente al sexto. Rejoneó a su oponente con brío, poniendo al público en pie en varias ocasiones. Por desgracia, lo emborronó todo a la hora de matar y perdió los trofeos. Silencio.