El caballero navarro, sobre ‘Sherpa’, ayer en León. Fotografía: pablohermoso.net
El caballero navarro hizo debutar en el último tercio a ‘Sherpa’, hijo de ‘Unamuno’. Galería fotográfica: pablohermoso.net
Ganado: Seis toros de Rufenser de Peñaranda, bien presentados y de buen juego, salvo el manso que abrió plaza.
Rejoneadores: Pablo Hermoso de Mendoza (palmas y saludos), Joao Moura hijo (ovación y oreja) y Manuel Manzanares (silencio tras dos avisos y palmas).
Lugar y fecha: Plaza de toros León Arena. 24 de junio.
Incidencias: Media plaza. El portugués cortó el único trofeo del festejo.
Pablo Hermoso de Mendoza siente especial cariño por León, pues su abuela materna era natural de esta provincia. Un lazo familiar que le hace sentirse a gusto al jinete estellés siempre que torea en esta plaza. En su actuación de ayer, chocó contra un manso y falló en su segunda intervención al matar, después de haber realizado una faena merecedora de premio.
En el León Arena se lidió una buena corrida de toros de Rufenser de Peñaranda, con una excepción, el manso que abrió plaza, el garbanzo negro del encierro. El torero navarro tuvo que bregar frente a su mansedumbre y sólo pudo defenderse de sus arreones a altura de la cintura. Barrabás, Duende, Dalí e Intruso se la jugaron abiertamente para sacar poco en limpio. El rejón de muerte cayó en buen sitio, pero el toro se amorcilló y hubo que recurrir al descabello. El público aplaudió su esfuerzo.
El cuarto fue el toro de más presencia de la corrida, con casi setecientos kilos. Según Javier Juárez, en Cultoro, “Vino Disparate a poner las cosas en su sitio, a decir aquí estoy con esas hermosinas que son verdaderas verónicas de un capote. Templó el buen tranco del toro e hizo despertar a la plaza que para entonces apuraba el bocata. Donatelli lo refrendó con las batidas y las ajustadísimas piruetas. En falta habrá echado Pablo a su Pirata con el de muerte. Tuvo que hacer uso de tres rejones al pinchar en varias ocasiones”. Este último tercio lo protagonizó con Sherpa, un hijo de Unamuno, que apenas lleva en el carretón de casa un mes y que ayer puso el punto final a una faena merecedora de premio. Al final, el estellés saludó desde el tercio correspondiendo a una cariñosa ovación.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX