LUQUE: “TODAVÍA NO ME EXPLICO POR QUÉ NO SALÍ A HOMBROS EN PAMPLONA”

Natural de Daniel Luque el pasado 8 de julio en la plaza de Pamplona. Fotografía: Garzaron.

El diestro sevillano dice estar seguro de que “el presidente de aquel día estará arrepentido”.

Daniel Luque toreó en Pamplona el pasado 8 de julio. De su mano izquierda brotó el mejor toreo al natural de la feria. Todo aficionado así lo vio. De hecho, sobre el recayó el XII Premio Ciudadela al mejor toreo al natural. Remató esa faena con una buena estocada. La petición fue abrumadoramente mayoritaria, por lo que el palco, por lo menos, debía haber concedido una oreja. No lo hizo, en contra del reglamento. Ese día, ocupó el palco presidencial Xabier Sagardoy (concejal del PSN), que estuvo mal asesorado por Josetxo Gimeno y la veterinaria Pilar Navarro. El perjudicado, Daniel Luque, tiene esa tarde muy guardada en su memoria, que sigue sin entender lo sucedido.

En una entrevista publicada en el último número de la revista Aplausos, el matador de Gerena intenta encontrar una razón sin conseguirlo. Son dos las preguntas clave referentes al injusto trato recibido el pasado 8 de julio frente al cinqueño que abrió plaza, Comisario, número 97, negro listón, de 575 kilos y de Fuente Ymbro.

-¿Ya ha encontrado explicación de por qué no salió a hombros en Pamplona?

-“Todavía no lo sé y no me lo explico. Puede que esa tarde haya pasado desapercibida porque no salí por la puerta grande pero es de las que tengo muy marcada. Toreé un toro de Fuente Ymbro como a mí me gusta. Cuando volvía al callejón la sensación que tuve es que mo me quería dar la segunda oreja, pero la realidad es que no me dio ninguna”.

-Los futboleros hablarían de mangazo. Si hubiera habido VAR…

-“No guardo rencor porque todo el mundo lo vio por televisión. Además, nadie me va a quitar la felicidad de pegar veinte pases a un toro que era un camión. Me quedé vacío, pensaba que era el día en que iba a salir a hombros en Pamplona, pero por una decisión las ilusiones se fueron al traste. Estoy seguro de que el presidente de aquel día estará arrepentido. Si hablara con él, entendería sus argumentos. Él también tiene derecho a equivocarse y su error lo pagué yo”.

El presidente del pasado 8 de julio, Xabier Sagardoy, y su asesor artístico, Josetxo Gimeno.

Respecto a este polémico tema, en la prensa local se pudo leer lo siguiente: “(…) y comenzó la faena al natural. El de Gallardo tomaba los vuelos por ese pitón bonito, tenía largura y continuidad en el trazo que le imprimía Luque con aplomo y mando. Por el otro pitón se quedaba cortito y reponía mucho. Volvió al izquierdo y surgieron otras dos series muy lentitas, con la muleta acariciando la arena y el hocico surcándola. Por luquesinas terminó de levantar la atención del público y la buena estocada fue la antesala de una gran petición de oreja, que incomprensiblemente negó el palco. Bronca monumental que más tarde trató de remendar, pero el robo ya se había producido. El diestro dio la vuelta al ruedo”.

Y es que el palco, en su nefasta actuación, concedió después a Luque una oreja con una petición mucho menor que la anterior. Incomprensible e indigno de una plaza de primera como es la de Pamplona a todos los efectos. Ojalá no vuelva a repetirse.

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