‘Cagancho’ y Pablo Hermoso de Mendoza en junio de 2014.
Pablo Hermoso de Mendoza planea erigir la figura del histórico caballo en lo más alto de la finca Zaraputz.
Hermoso de Mendoza tiene en mente rendir un homenaje perpetuo a Cagancho, el mítico caballo cuatralbo que le puso en la cumbre del toreo a caballo y que falleció en la finca estellesa Zaraputz el pasado 20 de agosto cuando había alcanzado los 29 años de edad. La idea consiste en levantar una silueta negra de grandes dimensiones en la zona más alta de la citada finca, una imagen similar a las de los toros de Osborne que vigilan las carreteras españolas, un total de noventa figuras que alcanzan, cada una, los 4.000 kilos de peso.Para ello, se presentan dos tipos de dificultades. Por un lado, la burocrática, la de los trámites administrativos. “Veíamos que, para erigir tal figura, nos iban a exigir una serie de variados y engorrosos permisos. Sin embargo, Pablo habló recientemente con el escultor Carlos Ciriza, quien le aseguró que, al tratarse de una propiedad privada, el papeleo se reducía considerablemente en este sentido”, explicó ayer Juan Andrés, hermano del torero.
Por otro, había que dar cara al problema de los materiales. “En principio, pensamos en una escultura, en un relieve en bronce o en hierro, incluso en piedra. Pero, de estas maneras, la figura no se podía mantener en pie. Por ello, tendrá que ser una figura plana, de chapa y de grandes dimensiones, como el toro de Osborne”, indicó quien también es apoderado del rejoneador Manuel Manzanares.
Por tanto, la silueta de Cagancho tendrá unos diez metros de ancho por catorce de alto y ocupará una superficie de ciento cincuenta metros cuadros. Y, quién sabe, quizá en la próxima Navidad, quien viaje desde Pamplona hacia Logroño podrá disfrutar de la figura del histórico caballo. Cagancho se lo merece.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX