Cumple así con una tradición no escrita de esta localidad navarra: el primer edil que contraiga matrimonio durante su mandato debe pagar una suelta de vacas para disfrute de los artajoneses.
Pendiente y atenta, controlando que todos los actos de las fiestas de Artajona transcurran según lo previsto y sin incidentes. A esta tarea propia de su cargo, la alcaldesa, Beatriz Mendía Vélaz, se suman este año los nervios previos que van acechando a toda novia conforme se acerca la fecha de su boda. Mendía, de 32 años y de una agrupación independiente, pasará por el altar el 5 de octubre. Y además, a los preparativos propios de un enlace (la organización del banquete, la elección del vestido y las correspondientes pruebas, el viaje de novios, etc…), ella ha tenido que sumar una tarea más: organizar y pagar un festejo taurino durante las fiestas para celebrar su enlace.
Dicho evento tendrá lugar esta noche, a la una de la madrugada, y los costes que supongan su celebración correrán a cargo de la alcaldesa. Beatriz Mendía cumple así con una tradición no escrita que, según cuenta, existe en Artajona y por la que el alcalde o alcaldesa que contraiga matrimonio durante su mandato invita a los vecinos a una suelta de vacas.
Antes que ella, llevaron a la práctica esta tradición otros dos alcaldes. “El inmediatamente anterior a mí fue José Joaquín Urra, alcalde entre 1995 y 1999. Y del otro alcalde que organizó el festejo taurino apenas tengo referencias ni del año ni nada. Únicamente sé que se le conocía como ‘el obispo’, de apellido Ripero”, explica la alcaldesa.
Como en Artajona se celebran festejos taurinos varios días durante las fiestas, los conceptos económicos por el vallado y todos los seguros entran dentro de lo contratado por el Ayuntamiento.
No así las vacas, de la ganadería Hermanos Ganuza Echecón, que es lo que abonará la alcaldesa. Tras las fiestas, señaló, recibirá la correspondiente factura, cuyo importe Mendía prefirió no desvelar.
Con motivo de su enlace, la alcaldesa también quiso tener un detalle con los niños y el pasado martes, día del niño, uno de los dos toricos de fuego que hubo corrió a su cargo. “El festejo taurino es a la una de la madrugada y a esa hora algunos niños igual no están, por eso quise poner un torico para ellos en su día, para que todos los artajoneses disfruten”, recalca.
Pese a que quien detenta la alcaldía es ella, la organización del festejo taurino ha contado con el beneplácito del que será su marido en unos días, Alberto Núñez Ardanaz, también natural de la localidad. “Sí, sí, ha sido totalmente consensuado. Es cosa de los dos”, asegura, entre risas. Ambos se darán el sí quiero en la ermita de Artajona. Pero eso será dentro de tres semanas. De momento toca disfrutar esta noche con el regalo para su pueblo.
Información de Sheyla Muñoz para Diario de Navarra.