“Si tiene toros, contemplaremos la posibilidad del regreso de Cebada Gago, pues es una ganadería histórica en Pamplona”

“En conjunto, hemos intentado rebajar los honorarios, sobre todo en materia de toreros”

“TVE no ha pagado nada a la Casa de Misericordia por la retransmisión de los encierros y creo que al ayuntamiento, tampoco”

El presidente de la Comisión Taurina de la Casa de Misericordia, que ha cumplido veinte años en este cargo, analiza la pasada Feria del Toro, que, pese a la crisis y según sus palabras, ha vuelto a ser un éxito económico y artísticamente, notable.

–          ¿Ha sido una feria tranquila para la comisión taurina de la Meca?

–          Ha sido una feria normal con más problemas que otros años, como el movimiento en los corrales del Gas, con el rechazo de la corrida de Cebada Gago, y, sobre todo, el montón en el encierro del día 13.

–          ¿Cómo lleva el hecho de haber cumplido veinte años ocupando su presidencia?

–          Muy bien, con cierta deportividad. En el fondo, es un cargo simbólico. En la comisión tomamos las decisiones por unanimidad. Por otro lado, no existe el voto de calidad del presidente.

–          La crisis económica, ¿ha golpeado al abono sanferminero?

–          Estamos realmente satisfechos de cómo han salido las cosas en esta época de crisis, en cuanto a renovación de abonos. Hicimos la organización de la feria con un criterio: que se vendiera el mismo número de localidades que el año pasado. Y realmente, ha salido clavado. Se ha renovado el 95 por ciento del abono de la plaza, como el año pasado, y respecto a las entradas vendidas ha habido un empate técnico, ha sido exactamente igual que en 2012. Hombre, el rendimiento va a ser algo menor por la subida del IVA del 16 al 18 por ciento, y con el agravante del 8 al 21 por ciento en la novillada y en el festejo de rejones. Y también han bajado los derechos de televisión de Canal +. En conjunto, estamos muy satisfechos, y la Meca no se cansará nunca de agradecer al abonado de la plaza de toros de Pamplona su fidelidad, porque, digan lo digan, la feria de San Fermín sigue siendo esencial para la subsistencia de la Casa de Misericordia y su labor asistencial, que es lo que importa al final.

–          Aunque todavía es pronto para haber cerrado el balance, la cuenta de resultados es positiva, arroja beneficios.

–          Sí, sí hay beneficios, pero no los puedo concretar porque las cuentas no están todavía cerradas. Y yo nunca hablo de memoria.

–          La norma de que quien no renueva el abono pierde los derechos sobre él, ¿es el mejor seguro de vida para la comisión taurina, para la feria?

–          No, es la regulación que existe en relación con los abonos en la mayoría de las plazas de toros, y sobre todo cuando hay demanda. Si un señor no quiere renovarlo, no lo renueva, pero pierde los derechos. Pasa en los toros y en otros espectáculos.

–          ¿Es cierto que muchos abonados se dieron de baja, tal y como se rumoreaba en los ambientes taurinos?

–          No, no, no… La prueba es que se ha renovado el 95 por ciento del abono anterior. Ha habido algunas bajas pero se han repuesto con nuevas altas.

–          No negará que en la calle sobraba papel –entradas- por todas partes.

–          Como el año pasado. En esta época de crisis, es más fácil la segunda transmisión, porque no existe la reventa de los tiempos gloriosos; y así es más fácil encontrar entradas a precio asequible.

–          En cualquier caso, hubo días en los que se podía comprar entradas en taquilla minutos antes del comienzo del festejo.

–          Sí. En esta feria, ha habido llenos el 6, el 7 y el 10. Han sido muy buenas entradas, casi lleno, el 12 y el 13. El día más flojo en venta de entradas fue el 14. ¿Por qué? Los domingos, y más si es fin de feria, después del encierro, mucha gente se va a su casa o se va de Pamplona, porque al día siguiente hay que trabajar. El domingo siempre es más flojo de cara a las corridas de toros. Pero el aforo se ha cubierto prácticamente todos los días; el día que más han sobrado han sido 900, 1.000 entradas y con un aforo de casi 20.000, es para estar contentos.

–          Como el año pasado, ¿intuye que ha sido una mala feria para la reventa?

–          El problema es que ya no existe esa euforia económica en la que se pagaban barbaridades para ir a los toros. Prácticamente, se puede entrar a su precio, salvo días puntuales en los que, supongo, será un poquito más caro.

–          ¿Se ha colgado algún día el cartel de “no hay billetes”?

–          El día 10. El día 6 y el 7 creo que sobraron veinte entradas.

–          La Casa de Misericordia lleva seis años congelando el precio de las entradas. ¿Se ha planteado bajarlo?

–          Por el momento, no, pero dependerá de las circunstancias económicas, de cómo evolucione esta situación.

–          ¿Mantiene la empresa los mismos honorarios para toreros y toros, o los ha ido reduciendo?

–          Se ha intentado ajustar el presupuesto. En ocasiones, se han rebajado. Y en otras, se han mantenido. Y en otras, hemos pagado más. Pero, en conjunto, hemos intentado rebajar los honorarios, sobre todo en materia de toreros; no se han producido grandes rebajas, pero sí las ha habido.

–          La Meca ha sido multada con 100 euros por el incidente que protagonizó el 8 de julio, durante la lidia del sexto toro, la delegada del Gobierno, Carmen Alba. ¿Había recibido alguna multa o sanción alguna vez?

–          En estos momentos, no me acuerdo, no lo sé.

–          ¿La pagará o la recurrirá?

–          Todavía no hemos recibido la resolución oficial ni el expediente de la sanción. Si llega, primero habrá que valorarla. Y después, veremos si se paga o se recurre.

–          Y siguiendo con incidentes en el callejón, ¿se pudo evitar el montón en el encierro del día 13?

–          Yo creo que no. El protocolo que funciona para la salida de los policías forales del último cordón lleva funcionando bien un montón de años. Por tanto, era eficaz, el adecuado. Y de pronto, un día falla, por la multitud de gente que entró en la plaza. El encierro es un riesgo real. No todo se puede controlar; es un espectáculo con toros y, como animales, son imprevisibles. Por otro lado, está el público asistente, que es muy variado: desde los que saben de qué va el encierro hasta los que no tienen ni idea; dentro de éstos, hay varias clases: los que no están en condiciones físicas, los que están de chufla y los que están dominados por el miedo, incluso por el pánico. Todo esto hace que, en un momento determinado, falle un sistema. ¿Qué hay que hacer? Colaborar entre todos, con las autoridades gubernativas, municipales, policiales, para intentar solucionar las dificultades que surgen. Pero no podemos perder la perspectiva de que es un riesgo y, en ocasiones, imprevisible, y de que todavía pueden surgir situaciones que en estos momentos ni las imaginamos. El problema está en la multitud de gente; el del toro lo tenemos asumido. Lo primordial es limitar el número de asistentes. ¿Cómo se puede hacer? Eso es lo que hay que estudiar.

–          En el caso de Carmen Alba y en el del montón falló la llamada Autoridad ¿Quién puede multar a esa Autoridad, en este caso al departamento de Interior del Gobierno de Navarra?

–          Se puede abrir un expediente administrativo para depurar responsabilidades, que incluso puede llegar a la vía judicial. Y tal expediente lo puede abrir cualquiera que tenga interés.

–          ¿Urge tomar medidas en el encierro?

–          Se deben tomar medidas, sobre todo por la masificación de determinados días. Hay que limitar la entrada de gente en algunos encierros.

–          ¿Cuánto les ha pagado TVE por la retransmisión de los encierros?

–          Nada. A nosotros, a la Casa de Misericordia, nada. Al Ayuntamiento de Pamplona, no lo sé, pero creo que tampoco.

Buen ambiente

–          Los dos festejos taurinos matinales y gratuitos, el de la lección práctica de toreo y el del tentadero con Padilla, fueron un éxito en cuanto a asistencia de público. ¿Se plantea la Meca dar vida a la plaza de toros durante el resto del año con festejos de este tipo, con ciertas aspiraciones didácticas?

–          Sería una buena idea. Habría que aprovechar el periodo de buen tiempo y realizarlos en fin de semana, por el tema de las clases en los colegios. Pero sería algo bueno. Es esencial promover actividades de este tipo para fomentar la afición y darle vida taurina así a la plaza durante el resto del año.

–          ¿Qué le ha parecido el comportamiento de las peñas?

–          Buena. Este año ha sonado muchísimo menos la música durante la lidia de los toros, lo que implica que la gente pueda poner más atención, y se han lanzado muchos menos objetos. El comportamiento de la andanada 10, que era una de las problemáticas, ha sido mejor y los problemas han estado en la 14, andanada que no es de peñas. La actitud de las peñas ha sido positiva, mejor.

–          ¿Y el de los palcos presidenciales?

–          Estar en el palco presidencial es complicado, no es fácil, porque hay que tomar decisiones en poco tiempo. A nivel muy particular, yo le habría dado la oreja que se le negó a Escribano, la segunda oreja a Padilla en el cuarto toro del día 13 y, sobre todo, le habría dado la vuelta al ruedo al cuarto toro de Fuente Ymbro. La segunda oreja a Galán, por ejemplo, no me pareció tan evidente.

–          ¿Es el público de Pamplona demasiado generoso por poco docto en materia taurina?

–          Vamos a ver. Una empresa organiza un espectáculo taurino para que la gente lo pase bien. La concesión de la primera oreja la decide el público. No es que sea poco docto, pide la oreja porque le ha gustado lo que ha visto. Y más en Pamplona que se va a los toros con aire de fiesta. Lo más importante es que el público se divierta.

–          ¿Le parecieron justas, merecidas, las tres salidas a hombros en la Feria del Toro?

–          Sí. De los cinco toreros que han hecho doblete, tres de ellos han salido por la puerta grande. Otro ha cortado una oreja en cada arte. Y El Juli paseó otra. Y realmente, las tres salidas a hombros me han parecido justas.

–          A toro pasado, el optar por cinco dobletes, ¿ha sido un planteamiento acertado de la empresa, pese a que usted se declaró en una ocasión poco amigo de ellos?

–          Claro, por todo lo que he dicho antes y porque han hecho doblete toreros que estuvieron muy bien en la feria anterior, y que dan enjundia, consistencia a una feria. Fandiño y Mora son un valor seguro. Padilla, no te digo nada aquí en Pamplona. El Juli es El Juli. Y Jiménez Fortes tiene un valor tremebundo. Por tanto, creo que sí, que hemos acertado con los dobletes.

–          El año pasado aseguró que, junto a Hermoso de Mendoza, El Juli había sido uno de los toreros más caros de la feria. ¿Este año, también? ¿Qué le ha parecido su paso por la feria? ¿Le ha defraudado, esperaba más de él?

–          Este año también ha sido de los más caros. En su primera tarde, se le vio con una corrida de Victoriano del Río que estuvo algo desclasada. Frente a la de El Pilar, cortó una oreja y con su segundo no terminó de rematar la faena. Lo que le ha pasado además es que no ha estado certero con la espada, algo raro en él.

–          Morante de la Puebla, ¿estuvo también en el grupo de los más caros?

–          También, también…

–          ¿Cuánto cobró?

–          El entrevistador es inasequible al desaliento; el entrevistado, también. No me gusta hablar de estos temas. Me debo al principio sagrado de confidencialidad de los contratos.

–          ¿Cuál ha sido el aspecto más positivo de la Feria del Toro?

–          Aparte de los festejos iniciales del abono, me gustó muchísimo, me encantó la corrida de Dolores Aguirre y además me alegró una barbaridad porque era el mejor homenaje que se le podía rendir a la ganadera, que ha sido entrañable en Pamplona. Me gustó Escribano en esa corrida; le vi con desparpajo, seguridad, con una cabeza privilegiada, aprovechando siempre la querencia de los toros. Y me gustó mucho también la corrida de Fuente Ymbro; el tercer y el cuarto fueron buenísimos; sobre todo el cuarto, me maravilló.

–          ¿Y el más negativo?

–          El montón del encierro. Pasé mucha angustia. Y respecto a la feria, el comportamiento de algunos toros por su falta de fuerza, aunque fue más un problema de falta de fondo, de finales; muchos comenzaron sirviendo en la muleta y enseguida se pararon, se acabaron.

El toro, a examen

–          En el terreno de la materia prima, ¿qué opinión le mereció que el equipo veterinario rechazase 16 toros en el reconocimiento en el Gas?

–          El equipo veterinario y el gubernativo tiene plena confianza nuestra. En la corrida de Cebada rechazaron nueve, cuatro por lesiones fisiológicas y cinco por falta de trapío. Realmente, a aquella corrida le faltaba remate. La decisión de la autoridad veterinaria fue acertada. El criterio de ésta y de la gubernativa es siempre acertado. Cuando rechazan, rechazan; a nosotros nos crea un problema, pero si es así, es así.

–          Usted, que los vio, desde su indiscutible conocimiento como aficionado, ¿los habría rechazado?

–          La corrida la vi en enero y estaba muy justita. Así se lo hicimos saber al ganadero. La volví a ver en abril, y estaba mejor. Y luego por la alimentación o por lo que sea, llegó aquí muy justita. Y contra el criterio de los veterinarios, no tengo nada que decir.

–          Sin embargo, luego se lidiaron toros que no debieron superar el reconocimiento, como alguno de Torrestrella y, por lo menos, dos de El Pilar por anovillados.

–          No sé a cuáles se refiere. Pero en este tema, para quienes no son muy técnicos, en muy malo el criterio de comparación. La de El Pilar fue una corrida desigual; siempre tendemos a decir que es una birria el toro de menos volumen, cuando, de uno en uno, todos tenían trapío para Pamplona. Si no, no los hubiera pasado la autoridad veterinaria.

–          Las decisiones veterinarias, al rechazar tanto toro, ¿dejaron en entredicho a la comisión taurina y su veedor, Miguel Criado, que fueron los que habían reseñado los toros en el campo?

–          No, porque en realidad se han lidiado todas las corridas que se han traído, salvo la de Cebada. Cuando se habla de rechazo, no es tan grave que se eche atrás un toro que iba a ir de sobrero, como en el caso de Torrestrella.

–          ¿Por qué no se lleva a cabo un segundo pesaje de las reses? Se evitaría así que en la plaza se mostrasen los mismos pesos que en el Gas, cuando, después de pasar allí una semana, ya no son los mismos, ya no son reales.

–          Porque un segundo pesaje llevaría otra vez mucha manipulación del toro, con los riesgos consiguientes, como el de que alguno se rompa o astille un pitón, por ejemplo. Pesarlos al llegar es la manera más fácil de no tener que sobarlos, manipularlos después.

–          ¿Qué ganaderías le han decepcionado en cuanto a presentación, si las ha habido?

–          Ninguna; bueno, Cebada Gago, porque tenía ilusión de que lidiara, y más siendo la premiada del año pasado.

–          ¿Y respecto al juego ofrecido en el ruedo?

–          La de Alcurrucén resultó desclasada. En las de Torrestrella y El Pilar, hubo toros con nobleza aunque les faltó fuerza. A la de Valdefresno, bien presentada, le faltó fondo. A la de Victoriano del Río, que fue la mejor presentada que ha traído, le faltó clase. Miura, de por sí, ya es un espectáculo; un amigo mío decía que la de Miura en Pamplona es un tótem, una especie de ídolo.

–          Como aficionado, no como presidente de la comisión taurina, ¿qué corrida no le gustó en absoluto, si es que la hubo?

–          A mí me gustan todas las corridas, siempre lo paso bien. Hombre, la de Alcurrucén fue la de menos raza, con la que más se pudo aburrir la gente.

–          Terminada la feria, así, de nuevo a toro pasado, la sensación que queda es que el denominado común del ganado ha sido la justeza o escasez de fuerzas. De hecho, la suerte varas apenas ha existido. ¿Está de acuerdo?

–          La falta de fuerza ha existido. La suerte de varas no ha sido lo más brillante que ha tenido la feria. En Pamplona, no sé por qué, la primera vara se da y la segunda se señala; tampoco se han colocado bien muchos toros. Y hubo a tres corridas que les dieron lo suyo: las de Miura, Aguirre y Valdefresno. En general, ha habido corridas que no han tenido fuerza y otras que han carecido de fondo.

–          Si estuviese exclusivamente en su mano, ¿qué ganaderías no volvería a contratar?

–          Esto no está exclusivamente en mi mano. Estas decisiones hay que tomarlas con la mente fría, con la razón, no con el corazón. Hay que ver las que no merecen volver, los repuestos que hay, y obrar en consecuencia. En este momento, no le puedo decir nada.

–          ¿Acertada la concesión del premio de la Feria del Toro a Dolores Aguirre como corrida más completa?

–          Acertadísima.

–          ¿Heroína fue merecedor del trofeo Carriquiri al toro más bravo del ciclo?

–          Sí, sin duda. Aunque su nombre de origen no debe ser Heroína sino Héroe. Lo que ocurre es que, por error, en los papeles oficiales así acabó figurando. Fue un toro que me encantó, me entusiasmó, más que el anterior, el del triunfo de Fandiño, que estuvo extraordinario.

–          El año pasado se refería a un cambio en el planteamiento de las ganaderías, a recuperar el espíritu de 1959. ¿Lo ha llevado a cabo la comisión taurina?

–          Bueno, este año las sustituciones han sido de Torrehandilla y Juan Pedro Domecq por Alcurrucén y Torrestrella. Para quien entiende de esto, está claro. Hemos buscado más motor, más movilidad. Luego, las cosas salen como salen.

–          Tras esta feria, ¿ha llegado el momento de que la comisión taurina arriesgue, dé un paso adelante y abra el elenco ganadero a nuevos hierros?

–          El elenco ganadero está abierto siempre. Aquí no se cierra la puerta a ninguna ganadería. Lo que tienen que tener es toros para Pamplona y una cierta regularidad en sus actuaciones, y que lidien.

–          ¿Habrá cambios en el plantel de ganaderías para la feria de 2014?

–          Supongo que alguno sí, debe haberlos. ¿Cuáles? Lo tendremos que decidir en comisión.

–          En el caso de que disponga de toros para Pamplona, ¿volverá Cebada Gago al próximo ciclo taurino?

–          Es una ganadería histórica en Pamplona. Si tiene toros, se contemplará esa posibilidad, la de su regreso.

Escaso arte

–          ¿Qué le parecieron los cuatro toreros navarros?

–          Soberbios, bueno, muy buenos. Antón cortó una oreja en la novillada, estuvo digno. Pablo estuvo muy bien, como siempre, extraordinario. Extraordinaria fue la faena de Roberto Armendáriz. Y seria, elegante y buena fue la de Francisco Marco al cuarto toro de Torrestrella.

–          Tras tres años con idéntico cartel y después de los triunfos de este año, ¿cómo se puede renovar, refrescar, el festejo de rejones?

–          Es un clásico en Pamplona, con Pablo abriendo el cartel, Armendáriz cerrándolo y Galán, salvo dos años, saliendo a hombros siempre. Ese cartel, insisto, es un clásico. Ya veremos lo que pasa el año que viene.

–          ¿Respondieron los cinco diestros que hicieron doblete a sus expectativas?

–          Sí, de los cinco, Fandiño, Padilla y Mora salieron a hombros. Jiménez Fortes cortó una oreja cada tarde y El Juli, una. Con estos datos, creo que es un objetivo conseguido. Por otro lado, han toreado nuevas caras, nuevos valores, que merecen su oportunidad: López Simón, Nazaré, Escribano, Aguilar, Del Álamo…

–          ¿Qué espadas le han causado buena impresión?

–          Los tres que salieron a hombros, que ya he citado. Escribano, también. Me han gustado muchos.

–          ¡Y cuáles le han defraudado?

–          A mí los toreros no me defraudan casi nunca. Aquí vienen a estar bien. Tengo un gran respeto para todo el que se viste de luces. Nunca me han defraudado; ahora bien, puede haber algunos de los que esperas más.

–          ¿Qué piensa de Morante de la Puebla?

–          Le salieron dos toros a contraestilo y no pudo hacer más. Hay que aceptarlo con sus defectos y sus extraordinarias virtudes. Pero vino aquí a estar bien, no me cabe la menor duda.

–          ¿Persiste Manzanares en su negativa a Pamplona?

–          Sí, persiste en no torear aquí.

–          ¿Volverán a Pamplona?

–          Pienso que sí, ¿por qué no van a venir? Si nos ponemos de acuerdo en el tema del toro y en las condiciones económicas, sí.

–          Califique de 1 a 10 el nivel artístico de la feria en conjunto.

–          Un 7,5. Y el nivel ganadero, 7.

–          Con la amplia experiencia que atesora, ¿cómo califica lo de Padilla?

–          Siempre ha calado muchísimo en el público. Tiene un mérito extraordinario lo que ha hecho después del percance gravísimo de Zaragoza. Está hecho de otra pasta. Y respecto a su estilo, él sabe siempre lo que quiere el público de Padilla, pero, a la vez, torea muy bien; aquí pegó un par de tandas muy buenas ante el cuarto de Fuente Ymbro. Es un fenómeno de masas, que goza de un reconocimiento popular porque es un hombre extraordinario, como persona.

–          Vistos los resultados de las ochos corridas de toros, ¿la de 2013 ha sido una feria pobre en bravura y en arte?

–          Más que en bravura, en fuerza y fondo en general. Y en resultados artísticos, en función del toro, creo que ha estado bien.

–          Por último, y sabiendo que estamos todavía en julio, que es pronto, adelante algo de la próxima feria, la de 2014.

No puedo hacerlo. Queda mucho tiempo. Lógicamente, se intentará que vuelvan las dos corridas triunfadoras, la de Dolores Aguirre y la de Fuente Ymbro. Lo que intentaremos siempre es traer algo que pueda funcionar, tanto en lo que se refiere a toros como a toreros.