El presidente de la Comisión Taurina de la Casa de Misericordia analiza la pasada Feria del Toro, que, pese a la crisis y según sus palabras, ha vuelto a ser un éxito económico y artístico.
– ¿Cómo ha transcurrido la feria para la comisión taurina? ¿Con tranquilidad, nervios, desasosiego…?
– Antes de empezar la feria tenía cierto recelo, cierto temor, sobre todo desde el punto de vista de los toros, por lo visto en ferias anteriores a la de Pamplona. Pero, tras el desarrollo de las corridas, la feria ha sido motivo de satisfacción, porque en casi todos los festejos han saltado al ruedo toros que se han movido, con bravura, con codicia. Y todas las tardes se han cortado orejas. Pero, sobre todo, el público lo ha pasado bien y ha salido contento de la plaza, que es el argumento fundamental.
– ¿Ha conseguido lidiar, superar la crisis económica que padece la población?
– Partiendo de la situación socioeconómica que vivimos, el resultado económico ha sido bueno. Se ha superado la crisis de una manera perfecta. Este buen resultado económico es asimismo motivo de agradecimiento al abonado pamplonés, porque la organización de los festejos taurinos de San Fermín sigue siendo vital para el cumplimiento de los servicios asistenciales de la Casa de Misericordia. También es vedad que seguimos con los mismos precios desde 2008. Ha sido la quinta feria con el mismo precio, y esto se tiene que notar.
– Aunque todavía es pronto para haber cerrado el balance, la cuenta de resultados es positiva, arroja beneficios.
– La cuenta va a ser similar a la del año pasado, lo que, dadas las circunstancias, es para estar contentos, satisfechos.
– ¿Y a cuánto ascienden?
– No lo sé, porque las cuentas no están cerradas todavía.
– ¿Es cierto que no se renovaron muchos abonos, que muchos abonados se dieron de baja, tal y como se rumoreaba en los ambientes taurinos?
– Absolutamente incierto. Se renovó el 98 por ciento de todo el abono.
– En cualquier caso, hubo días en los que se podía comprar entradas en taquilla minutos antes del comienzo del festejo.
– Han sobrado algunas entradas. Según me han comentado, la media de asistencia ha sido del 97% de la capacidad del aforo total. Un día han podido sobrar cuatrocientas; otro, sesenta y seis… pero no son cantidades significativas. También tenía miedo con este tema pero, por fortuna…, es para dar botes de alegría.
– ¿Intuye que ha sido una mala feria para la reventa?
– Probablemente, sí. Porque la crisis afecta a las segundas transmisiones, a las que se realizan en la calle.
– ¿Se ha colgado algún día el cartel de “no hay billetes”?
– El día 7. El 6, prácticamente, se podía haber colgado, y el día 14 sobraron sesenta entradas.
– La Casa de Misericordia lleva varios años congelando el precio de las entradas. ¿Se ha planteado bajarlo? ¿O el nuevo IVA obligará a subirlos?
– Nos estamos planteando todo, pero lo acorde, lo adecuado, es no subirlos, en este momento, pese a la subida del IVA.
– La plaza de toros ha cumplido este año noventa años, que se dice pronto. ¿Por qué no han conmemorado tal efeméride?
– Se ha conmemorado en fechas más significativas, los 50, los 75 y posiblemente se conmemorará cuando cumpla los cien años de existencia.
– ¿Tiene en este momento la comisión taurina algún proyecto o planteamiento sobre una nueva plaza de toros?
– No. Después de la última reforma, en 2005, no existe ningún planteamiento en este sentido ni a corto ni a medio plazo.
– ¿Y sobre la posibilidad de cubrirla?
– La idea de cubrir la plaza siempre está latente. Pero en este momento, hablar de estas cosas es un poco utópico, aunque la idea de cubrir y mejorar la utilización de la plaza de toros siempre está ahí.
– Al caer el 15 de julio en domingo, ¿pensó la comisión taurina en ofrecer un festejo taurino para alargar así las fiestas?
– No lo pensamos, no lo considerábamos adecuando en este momento.
– El Juli ofreció el día 13 en la plaza de toros una clase de toreo de salón para los más pequeños. ¿Por qué la comisión taurina no organiza a lo largo del año actividades de este tipo para fomentar la afición a los toros?
– No sería mala idea. La demostración de El Juli con niños fue una apuesta, un esfuerzo personal de Mariano Pascal, por cierto, nuevo miembro de la comisión taurina, y se saldó con un resultado magnífico. Todo lo que sea promocionar la fiesta de los toros entre los niños y los jóvenes es fundamental. Y deberíamos plantearnos estos temas.
– ¿Cómo han sido este año las negociaciones con TVE para la retransmisión de los encierros, después de la polémica del año pasado?
– Este año los encierros los ha negociado TVE con el Ayuntamiento de Pamplona. No hemos entrado en este tema. Respecto a las imágenes de dentro de la plaza, no hemos puesto ninguna objeción, las hemos dado gratis.
Factores varios
– ¿Qué le ha parecido el comportamiento de las peñas?
– Están mostrando una actitud buena, cada vez mejor. No ha habido apenas lanzamiento de almohadillas y objetos. Y respecto a los últimos tercios, se ha mantenido la tendencia a no tocar música, salvo alguna excepción, claro.
– ¿Y el de los palcos presidenciales?
– La de las presidencias es una labor complicada. Hay que tomar decisiones en segundos. El comportamiento, en general, ha sido bueno. Siempre pensamos que se ha dado una oreja facilona, que se ha negado otra… Si la pide la gente, la tienes que dar, aunque nos parezca facilona. Cuando hay petición y no se da, es algo más grave, pero el calibrar ese momento… no es fácil. En general, el resultado ha sido bueno, con sus pros y sus contras, como pasa en todos los palcos de todas las plazas de toros.
– Desde el palco se han negado orejas con petición mayoritaria y se han concedido otras con minoría de pañuelos. ¿No ha sido algo caótica?
– ¿Qué es mayoritaria y minoritaria? Es complicado. Aquí además se piden con mucho ruido, además de con pañuelos. No lo sé. Fandiño y Mora estuvieron bien. Quizá Castella la mereció. Entre el ruido y los pañuelos, ¿cómo decides en ese momento determinado?
– ¿Cómo calificaría al público de la plaza de Pamplona? ¿De generoso, por poco docto en materia taurina, o de riguroso, por su conocimiento sobre la fiestas de toros?
– He notado que el público se mete más en la faena. Ante lo notaba siempre algo pasota. Ahora, tanto la sombra como incluso el sol se mete con más atención en las faenas. El público de Pamplona es muy raro.
– ¿Le parecieron justas, merecidas, las cuatro salidas a hombros en la Feria del Toro?
– Pues sí. Si han conseguido los trofeos que reglamentariamente se establecen, sí.
– ¿Mereció Francisco Marco la puerta grande?
– Estuvo muy bien, aunque a mi juicio toreó mejor a su primer toro. Si se le dio una del segundo de su lote, mereció también una de su primero.
– El Juli ha sido el único diestro que ha toreado dos tardes. ¿Qué le ha parecido su paso por la feria? ¿Le ha defraudado, esperaba más de él?
– No ha tenido mucha suerte con los lotes. En la de Victoriano del Río, estuvo bien con un toro. Y tampoco anduvo mal con el quinto de Torrehandilla. Lo que pasa es que, al matar al segundo intento, se quedó sin trofeo; lo toreó bien y lo dominó. Para lo que nos tiene acostumbrados, pues sí, sólo ha cortado una oreja en dos corridas de toros, pero a mi juicio no ha estado tan mal El Juli.
– Junto a Hermoso de Mendoza, ¿el diestro madrileño ha sido el más caro?
– De los más caros.
– ¿Cuánto ha cobrado?
– Nunca hablo de dinero. Me debo a la confidencialidad.
– ¿Cuál ha sido el aspecto más positivo de la Feria del Toro?
– El resultado de los festejos, respecto a la gente, que lo ha pasado bien en la plaza, se ha entretenido y ha salido contenta. Eso es lo mejor ¿Por qué? Porque ha habido toros que han embestido.
– ¿Y el más negativo?
– Ninguno. Las cosas han salido bien. Quizá, un poco la falta de casta de las dos últimas corridas de toros.
El toro, a examen
– En el terreno de la materia prima, ¿qué ganaderías le han decepcionado en cuanto a presentación?
– Sobre este tema, la gente opina que han fallado las dos últimas corridas. Sobre la de Juan Pedro Domecq, este tipo de toro es bajito, no es grande, su peso es 520 kilos, más o menos. Aquí así salió, en tipo, con sus hechuras y con su cara. Si este tipo de toro sale con casta, bravura y codicia, es perfecto para torear. La corrida estuvo en tipo, insisto. Lo que ocurre es que si le faltan esas cualidades, empeora la situación. En este tipo, en el de juampedro, salió un segundo toro que no fue nada malo. Si Perera lo mata bien, corta una oreja. Aunque, la verdad, reconozco que fue el único. La de Torrehandilla, que está en el mismo tipo, en las mismas hechuras, con su cara por delante, tuvo un hándicap añadido: desde que llegó a los corrales del Gas, prácticamente quince días antes, comió poco y mal, y eso se ha notado en la fuerza.
– ¿Y respecto al juego ofrecido en el ruedo?
– En general, bueno. La de Dolores fue mansa. En la de Miura, salieron dos o tres toros buenos. La de Cebada, muy bien presentada, tuvo un resultado magnífico en nobleza y en bravura. La de El Pilar, también fue buena, con dos o tres toros de nota. En la de Fuente Ymbro, fantásticamente presentada, hubo toros muy bravos. En la de Victoriano, también salieron toros importantes. Juan Pedro, con un toro bueno, falta de fuerza. Y la de Torrhandilla, falta de fuerza y también de casta. Pero en esas dos, sobre todo en la última, el público lo pasó muy bien, con la emotividad de Padilla.
– Para el aficionado, los encierros de Juan Pedro Domecq y de la debutante Torrehandilla carecieron de trapío, por anovillados. ¿Quién ha fallado en este sentido? ¿El veedor de la Casa de Misericordia? ¿La comisión taurina? ¿Los ganaderos? ¿Alguien? ¿Nadie?
– Repito, la de Juan Pedro estuvo en el tipo de Juan Pedro. Y lo mismo ocurre con Torrehandilla. Trajimos los toros seleccionados, en tipo. ¿Que esta última bajó por un problema de alimentación? Pues es verdad, la corrida no comió nada y esto le pasa a bastantes toros en el Gas. Las dos estuvieron en tipo pero, por comparación, peor presentadas. El problema fue la falta de fuerza y de casta.
– Estas dos corridas de toros, ¿fueron contratadas por imposición de ciertas figuras del toreo?
– No, fueron elección de la empresa. Lo que ocurre es que hay que abrir el abanico de ganaderías. Si queremos que vengan figuras, hay que traer un tipo de corrida determinado. Quizá es un planteamiento que haya que replantearse.
– Como aficionado, no como presidente de la comisión taurina, ¿qué corrida no le gustó en absoluto, si es que la hubo?
– El resultado de las dos últimas, desde el punto de vista de toro, de la materia prima.
– Terminada la feria, así, a toro pasado, la sensación que queda es que el denominado común del ganado ha sido la justeza o escasez de fuerzas. De hecho, la suerte varas apenas ha existido. ¿Está de acuerdo?
– La falta de fuerza ha sido un denominador común de las ferias españolas del año pasado y de éste. Aquí afortunadamente tampoco se han caído los toros, o lo han hecho menos. Ahora bien, es cierto que la suerte de varas no ha sido precisamente emocionante.
– Si estuviese exclusivamente en su mano, ¿qué ganaderías no volvería a contratar?
– Estas decisiones hay que tomarlas con frialdad. Ahora, en caliente, puedo decir bobadas. Y hay que tomarlas pensando en las sustituciones. Quizá debemos hacer un planteamiento distinto con las ganaderías.
– ¿Acertada la concesión del premio de la Feria del Toro a Cebada Gago como corrida más completa?
– Sí, porque estuvo muy bien presentada, embistió y fue una agradabilísima sorpresa. Me he alegrado por el padre, por el fallecido don Salvador. Desde allí arriba, desde las alturas, estará muy satisfecho del resultado de su corrida de toros.
– ¿Cantinillo fue merecedor del trofeo Carriquiri al toro más bravo del ciclo?
– Hubo dos toros muy buenos, éste y el tercero de Miura. El premio podía haber sido para cualquiera de los dos. Pero Cantinillo me gustó, me gustó mucho. Quizá tuvo un pelín de calidad más que Intruso, el de Miura.
– Este toro llevaba marcado el hierro de Moisés Fraile, no de El Pilar, que era la ganadería contratada. De Victoriano del Río se lidiaron sólo dos toros; los otros cuatro fueron de Toros de Cortés, del segundo hierro del mismo propietario. ¿Le parecen correctos estos cambios?
– En el fondo, lo de Victoriano del Río y lo de Toros del Cortés es lo mismo. Luego están las circunstancias del campo y, por ello, hubo más toros de este segundo hierro. Quizá deberíamos haber anunciado los dos. También ocurrió esto con Conde de la Corte y María Olea. No tiene más importancia.
– ¿A qué se ha debido a que todos los toros diesen en la báscula de los corrales del Gas un peso múltiplo de 5?
– Será lo que habrá dado la báscula. Nosotros no entramos para nada en el peso de los toros.
– Habiendo tantos toros sobrantes en el campo, ¿por qué la comisión taurina no abre el elenco ganadero a hierros de prestigio como Cuadri, Prieto de la Cal, Murteira Grave, Los Recitales, Bañuelos o, incluso, Partido de Resina, que parece que se va recuperando?
– El problema es que en Pamplona, si una ganadería queda bien, se le repite. Si ya tienes Cebada, Fuente Ymbro, El Pilar, Victoriano del Río… se acorta ese elenco para las nuevas.
– Por el contrario, ¿por qué la Casa de Misericordia ha dado entrada a hierros jóvenes, como El Parralejo o Torrehandilla, que llevan muy pocos años en el mundo del ganado bravo?
– Torrehandilla tenía corrida de toros para Pamplona; después, por las circunstancias, se vino algo bajo. Ahora bien, no olvidemos que es puro Jandilla. No tendrá antigüedad por el hierro, pero sí por la procedencia. El Parralejo es puro Fuente Ymbro y Jandilla; el año pasado echó una buena novillada y este año, también. Pero no estamos cerrados a ninguna corrida de toros. Y luego, por otra parte, hay que buscar el equilibrio entre toros y toreros.
– ¿Habrá cambios en el plantel de ganaderías para la feria de 2013?
– Hay que hacer un planteamiento con frialdad y sí que habrá algún cambio, sí.
Mano de obra
– ¿Qué le han parecido los tres toreros navarros?
– Han estado magníficos los tres. Hermoso me gustó mucho en su primer toro; la reacción que tuvo tras el percance, fue como la de un chaval de 18 años que se tenía que ganar la vida en esa corrida de toros. Me impresionó. Roberto estuvo estupendo. Y a Francisco Marco le he visto torear este año como le había visto pocas veces.
– ¿Por qué la comisión taurina no les ha ofrecido una oportunidad a los novilleros de la tierra, a Javier Antón y Diego Hermosilla?
– El problema es que sólo tenemos una novillada. Y lo que intentamos es traer a los novilleros que mejor están funcionando. Si uno de éstos fuera navarro, entraría, seguro. Pero, insisto, la pena es que sólo hay una novillada.
– ¿Qué espadas le han causado buena impresión?
– Joselillo con su toro de Dolores Aguirre. Me encantó Nazaré, sobre todo al natural. Marco estuvo fenomenal en sus dos toros. Javier Castaño estuvo inmenso. Fandiño y Mora me gustaron, como Jiménez Fortes. Pinar estuvo bien. Y en las corridas de las figuras, estuvieron bien los tres en la primera: El Fundi, el Juli y Castella. En la segunda. Talavante cortó su oreja y pudo haberla cortado Perera también en la de Juan Pedro. Y en la última, me gustó Padilla, por lo que representa para Pamplona, y Luque cortó su orejita. Me han gustado muchos toreros. ¿Por qué? Porque ha habido toros, han embestido, y así ha habido atención. Todo está concatenado. Al final, el secreto es que embistan los toros.
– ¡Y cuáles le han defraudado?
– Los toreros no me defraudan casi nunca ninguno. Soy muy respetuoso con ellos. Algunos no han tenido suerte con su lote, como Ferrera o Tejela. Todos tienen su problema, en forma de buena o mala suerte.
– ¿Ha echado en falta en algún momento de la feria a José María Manzanares o Morante de la Puebla?
– A dos toreros de esa categoría siempre se les echa de menos en cualquier feria, pero si en su planteamiento no entra Pamplona, qué le vamos hacer.
– ¿Volverán a Pamplona?
– En el mundo del toro, no hay ninguna decisión irrevocable. No les gusta Pamplona, pero algún día igual deciden volver.
– Califique de 1 a 10 el nivel artístico de la feria en conjunto.
– Un 8, notable alto.
– Juan José Padilla, ¿salvó la última tarde o toda la feria?
– Fundamentalmente, lo que hizo Padilla fue un triunfo personal con el público. Desde luego, la feria no la ha salvado. Fue una apoteosis, muy emotiva además. Padilla ha dejado aquí sus triunfos, su sangre, sus lágrimas… Fue un triunfo también de la gente, que vio a Padilla en Padilla.
– ¿Ha llegado el momento de hablar de la Feria de Pamplona o la Feria de San Fermín y olvidar la denominación Feria del Toro?
– No, a las pruebas me remito. Tal y como ha ido este año, se tiene que seguir hablando de Feria del Toro.
– Por último, y sabiendo que estamos todavía en julio, adelante algo de la próxima feria, la de 2013.
Me resulta muy difícil, por todo lo que puede pasar en un año. Lo primero es que haya toros para Pamplona. Respecto a los toreros, nuestro criterio es repetir a los que están bien. Por ahí irán los tiros. Y habrá que cambiar las cosas que no han ido tan bien. Habrá que hacer un planteamiento distinto de toros. Primero, contratar las ganaderías; y después, a los toreros que han estado bien y a aquellos que quieran venir a Pamplona; es decir, recuperar el espíritu del 59, del año en que nació la Feria del Toro.