Javier Marín dibujó buenos derechazos, templados y largos, repletos de mando.
El matador de toros navarro fue el más destacado en la que fue la última tienta de la temporada por parte de José Antonio Baigorri. Fotografías.
Los matadores de toros Raúl Velasco y Javier Marín, y el novillero Pablo de la Fuente protagonizaron el sábado pasado el último tentadero de la temporada del ganadero José Antonio Baigorri. Fue una prueba exigente por el juego que ofrecieron las eralas de El Tolco, ganado que con este hierro el citado criador de bravo destina a los festejos populares y que nada tiene que ver, ni en hechuras ni en juego con el marcado con el hierro de Ganadería de Pincha, de procedencia Domecq y destinado a ser lidiado en plazas de toros.
Durante el invierno, Baigorri ha tentado 60 eralas de Ganadería de Pincha y 11 de El Tolco. Las últimas, a primera hora de la tarde del sábado, vacas que fueron bien picadas por Ramitos y que mostraron bravura en el peto.
El lote de más toreable se lo llevó el navarro Marín. En sus manos cayó la mejor erala de la prueba, la segunda, que fue franca por ambos pitones, obedeció a los toques y embistió con nobleza. La toreó muy asentado por derechazos y naturales; después, acortó el terreno y ejecutó un buen toreo de cercanías, con el que completó su buena actuación. Después, volvió a dejar clara muestra de la calidad de su toreo ante la quinta erala, que se dejó hacer por el pitón derecho, aunque le faltó humillar más.
En el lado contrario, el peor lote fue a parar al espada menos placeado, al novillero Pablo de la Fuente. Este joven segoviano puso voluntad en grandes dosis, pero no llegó a dominar a sus dos oponentes. Al revés que el veterano diestro Raúl Velasco, quien, tirando de oficio, solventó las dificultades de su lote, de las vacas primera y cuarta.
Como tapia, Pablo Hernández volvió a mostrar buenas maneras y también toreo un par de vacas ya tentadas el rejoneador calagurritano Sergio Domínguez, quien probó varios caballos en la plaza de tientas lodosana, la gran protagonista del invierno en El Ontanal.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX