El diestro leonés lidió dos toros de Miura y estuvo cerca de alcanzar la puerta grande.
Javier Castaño mantiene su cartel en Pamplona y, en una entrevista, hace balance de su paso por la Feria de San Fermín. “Uno muy positivo al dejar buenas vibraciones y estar tan cerca de la puerta grande. Pamplona y San Fermín es muy especial para mí, por el ambiente que se vive las veinticuatro horas del día, el fervor de la plaza y todo aquello que rodea a esa intensa semana”.
En la citada entrevista, publicada en el semanario ‘Aplausos’, el espada leonés sigue rememorando esa tarde del 14 de julio. “En esta ocasión, toreé la corrida de Miura y fue muy importante dejar sensaciones tan buenas. Fue una tarde que me hizo muy feliz y, como dije al principio, estuve muy cerca de salir a hombros”.
Preguntado sobre si su idilio con los toros de Zahariche sigue vivo, Castaño contesta con contundencia. “Sí y es un orgullo. Es cierto que en 2017 me ha anunciado en pocas ocasiones con ellos, pero también es cierto que llevo un bagaje muy importante con es hierro, del que he matado veintiocho corridas de toros y además logrando una regularidad muy buena con ellos. También he de decir que me queda mucho que decir en el torero y en el futuro me planteo nuevos retos, algunos de ellos con esta ganadería de Miura, que va tan ligada a mi carrera. Para mí, Miura además es una garantía”.
En otro terreno, es asimismo interrogado por la gravísima enfermedad que padeció hace casi dos años. “Estoy totalmente recuperado. Tengo mis revisiones periódicas para tener todo controlado y marcha muy bien. No debe existir ningún problema. La salud es muy importante y, si ella te acompaña, puedes conseguir todo lo que te propongas”.